La vida vale nada o poco

Eduardo Ruiz-Healy.
Eduardo Ruiz-Healy.

El homicidio es el crimen más horrendo porque, primero, priva a la víctima de lo más preciado que tiene -su vida- y, segundo, envenena el ambiente de la localidad donde se comete.

El viernes pasado, el Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), difundió su reporte de incidencia delictiva más reciente, actualizado al 31 de agosto del año en curso.

El número de delitos que se cometen por cada 100 000 habitantes (tasa) es el dato que hay que considerar para determinar cuáles son los estados donde hay más probabilidades de que una persona termine siendo víctima de los criminales.

El homicidio es el crimen más horrendo porque, primero, priva a la víctima de lo más preciado que tiene -su vida- y, segundo, envenena el ambiente de la localidad donde se comete.

Cuando este delito registra una tasa superior a 10 en una zona geopolítica determinada existe una epidemia de homicidios, señala la Organización Mundial de la Salud.

Hay una epidemia en 16 estados: Guerrero (56.5), Sinaloa (28.2), Chihuahua (25.5), Morelos (25.0), Baja California (23.6), Colima (22.4), Sonora (20.1), Baja California Sur (19.8), Michoacán (16.7), Tamaulipas (15.0) Guanajuato (14.8), Zacatecas (14.7), Quintana Roo (14.5), Durango (13.4), Jalisco (12.1) y Estado de México (12.0).

16 estados registran una tasa menor de 10: Yucatán (2.5), Aguascalientes (3.0), Tlaxcala (4.6), Oaxaca (5.0), Hidalgo (5.1), Campeche (5.4), Querétaro (6.5), Veracruz (6.5), Nayarit (6.8), Puebla (8.0), San Luis Potosí (8.8), Nuevo León (8.9), Ciudad de México (9.0), Coahuila (9.4), Chiapas (9.6), y Tabasco (9.8).

Durante los primeros ocho meses de este año se cometieron 19 648 homicidios dolosos. En el mismo periodo de 2018 fueron: 19 191.

La cantidad de homicidios dolosos cometidos durante los primeros ocho meses de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no es la que todos quisiéramos. Sin embargo, es indudable que recibió muy malos números de su predecesor, Enrique Peña, ya que en el periodo 2015-2018 el número aumentó 81.1%.

Los gobernadores de los estados donde la tasa de homicidios es superior a 10 deben esforzarse más para que estos números bajen. Vivir en algunas zonas es una verdadera pesadilla para sus habitantes.

Los de Guanajuato, Zacatecas , Quintana Roo, Durango, Jalisco y Estado de México están obligados a realizar grandes esfuerzos para reducir la tasa a menos de 10 y los de San Luis Potosí, Nuevo León, Ciudad de México, Coahuila, Chiapas y Tabasco no pueden permitir que se rebase esa tasa y que sus gobernados empiecen a vivir angustiados.

Los de Yucatán, Aguascalientes, Tlaxcala, Oaxaca, Hidalgo, Campeche, Querétaro, Veracruz, Nayarit y Puebla deben reducir más tasas que se registran en sus estados para que sus habitantes sigan viviendo tranquilos.




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