La tentación y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Los riesgos, miedos y consecuencias de la pandemia del Covid-19 son tantos y tan altos que algunas autoridades en una búsqueda desesperada por contener los contagios o proteger a la población, han impuesto medidas que vulneran o atentan contra los más elementales derechos humanos y las garantías individuales consagradas en la Constitución. Entiendo la desesperación … Leer más

Los riesgos, miedos y consecuencias de la pandemia del Covid-19 son tantos y tan altos que algunas autoridades en una búsqueda desesperada por contener los contagios o proteger a la población, han impuesto medidas que vulneran o atentan contra los más elementales derechos humanos y las garantías individuales consagradas en la Constitución.

Entiendo la desesperación ante la necedad de muchas personas de salir, hacer fiestas, reunirse, vivir como si nada pasara, pero el violentar garantías individuales invocando prevención es un riesgo muy alto.

La posibilidad de que las medidas de prevención se conviertan en autoritarismo son muy amplias y aunque sean notoriamente ilegales, una vez consumadas existe poca posibilidad de reparar el daño, o el tiempo para que esto pase sería demasiado.

Insisto, entiendo la buena fe de las medidas, pero no pueden tomarse de manera aislada, por eso intentamos vivir dentro de un Estado de derecho. Imponer “toques de queda”, prohibir el libre tránsito o condicionarlo con el uso del cubrebocas, así como la limitación de ciertos espacios y horarios nos vuelve vulnerables a todos, porque todo el marco legal, el sistema judicial, la legislación y décadas de luchas por el respeto a las garantías individuales se nulifican y se reducen a la interpretación que el policía quiera darle.

Nada se fundamenta ni motiva, simplemente queda a criterio u ocurrencia del agente.

Hace días veía la paradoja del cubrebocas; el gobierno de Jalisco anunció que será obligatorio el uso de cubrebocas en vía pública y la persona que no lo porte podría ser detenida hasta por 36 horas, además de una multa.

Un hombre que no tenía cubrebocas salió a adquirir los necesarios para poder ir a trabajar y a comprar alimentos; al salir no llevó esta protección, precisamente porque iba a comprar uno. Los Policías Estatales lo detuvieron, por lo que el hombre explicó la situación. Los uniformados no entendieron razones y lo encarcelaron.

Una buena intención del gobierno, que sin un marco jurídico o procesal, hizo que encarcelaran a un hombre que quiso atender la medida.

Punto Final

Disfrutar de las garantías individuales que tenemos llevó siglos, miles de muertes y luchas en todos los sentidos, por eso no pueden suspenderse y mucho menos reducir todo un Estado de derecho al criterio de un elemento de seguridad.

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