La reforma que México necesita

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En la política de vecinos, “la casa juega”, eso sucede actualmente con las opiniones de un sector empresarial y político de estados unidos en su contundente NO a la reforma energética que plantea el presidente López Obrador, el corazón de dicha reforma es la soberanía energética, el centro de los acuerdos de modificación de la … Leer más

En la política de vecinos, “la casa juega”, eso sucede actualmente con las opiniones de un sector empresarial y político de estados unidos en su contundente NO a la reforma energética que plantea el presidente López Obrador, el corazón de dicha reforma es la soberanía energética, el centro de los acuerdos de modificación de la constitución va en el sentido de brindar una independencia nacional privilegiando la generación, distribución y comercialización de energía eléctrica a las empresas mexicanas y con ello el impacto real en el bolsillo de la sociedad.

A eso se debe su negativa y no a intereses humanitarios o ecológicos, las empresas ven en esta reforma el riesgo de perder ganancias, nada les interesa el tema ecológico y las energías limpias, nada les importa el tema humanitario ni de generación de beneficios para el sector productivo de México.

Ha iniciado a partir de esta semana una gran movilización en el país para dar a conocer los pros de una reforma de gran calada.

Desde inicios de esta semana y hasta el 15 de febrero, estaremos atestiguando los foros de parlamento abierto en los que se analizará la iniciativa de reforma, propuesta por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, en materia eléctrica. No es un tema menor, se trata de una de las más importantes de las últimas décadas.

Y es que los temas torales siempre dividen opiniones. Ya las posturas sobre este tema, acaparan a los medios de comunicación, y comienza el ajetreo entre los promoventes de la reforma y la oposición que, por cierto, asegura que no caminará la propuesta, si no es bajo una profunda revisión y reestructuración.

Es necesario entender esta reforma, para poder contribuir al debate nacional, que luego se replicará en todos los estados. Usted recordará, estimado lector, que el modelo actualmente vigente, es el propuesto en la reforma energética, presentada por el entonces Presidente, Enrique Peña Nieto, allá por el 2013.

Hoy, a casi 8 años de implementada, las tarifas, lejos de disminuir, han visto un incremento constante, aumento que se ha visto acentuado en el sector comercial e industrial. Es un buen momento para deliberar si la reforma energética fue un éxito o un fracaso para México.
Otra de sus acciones fue modificar la operatividad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dejar de ser un organismo y pasar a ser una empresa del estado, con la finalidad de poderla dividir, e implementar un nuevo modelo de despacho, y así fue como se crearon 9 subsidiarias, 4 filiales y 4 unidades de negocios.

Esta modificación a los artículos 25, 27 y 28, de la constitución federal, para tranquilidad de los inversionistas, prevé que el 54% de la energía eléctrica se genere por la CFE, y el 46% a través de las empresas privadas. “No se va a nacionalizar ni un tornillo”, ha dicho nuestro mandatario federal.

Les invito a seguir con atención este tema, el resultado y nuestra participación es muy importante.




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