La PNT en transición: entre cambios legales y pérdida de funcionalidad

Julieta del Río

La Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) nació con la misión de garantizar que cualquier persona pudiera acceder a información pública, consultar obligaciones de transparencia, presentar solicitudes y promover recursos o quejas. Durante años fue una herramienta indispensable para ejercer el derecho de acceso a la información en México. Sin embargo, hoy enfrenta limitaciones que le impiden cumplir plenamente con su propósito original.

Las recientes modificaciones legales en materia de transparencia y la reorganización institucional han transformado sustancialmente su funcionamiento. Al ingresar a la dirección oficial, los usuarios encuentran un aviso que explica los ajustes derivados de la incorporación de nuevas autoridades garantes (actualmente 17) y de la transferencia de expedientes electrónicos, incluidos los recursos de revisión en curso. Este mensaje confirma una transición que, aunque necesaria para actualizar la estructura normativa, ha colocado a la PNT en un estado de inoperancia parcial.

La plataforma ya no permite consultar información pública como antes ni presentar solicitudes o interponer quejas con normalidad. En muchos casos, las personas usuarias se topan con limitaciones técnicas, pantallas informativas en lugar de herramientas interactivas y menor claridad sobre los procedimientos para ejercer sus derechos. La centralidad de la PNT en el ecosistema de transparencia exigía que cualquier ajuste viniera acompañado de soluciones inmediatas que garantizaran la continuidad del servicio; no obstante, la transición ha generado incertidumbre y debilitado un mecanismo fundamental para la rendición de cuentas. Un ejemplo claro es la desaparición del apartado de sustitución de respuesta en el módulo SISAI.

La magnitud del problema aumenta si consideramos la información entregada en los procesos formales de entrega-recepción. El 7 de mayo de 2025 se transfirió un disco duro con 95.3 gigabytes de datos; antes, el 18 de marzo, se entregaron 16 cintas magnéticas con el respaldo del centro de datos, con un total de 100 terabytes. También se entregaron 16 cajas con más de 16 millones de registros de información pública, entre contratos, sueldos, convenios, actas de cabildo y adjudicaciones. Gran parte de este acervo histórico ha comenzado a desaparecer, generando un vacío preocupante. Todo está documentado en informes oficiales con sello de recibido.

Uno de los casos más emblemáticos es el de la llamada “megafarmacia”, sobre la cual el extinto INAI resolvió numerosas solicitudes frente a reiteradas negativas. Hoy, esa información ya no puede consultarse. La presunta eliminación de estos archivos no solo implica un retroceso institucional: podría constituir un delito, según la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.

Las fallas actuales de la PNT representan un grave riesgo para la democracia. Es urgente recuperar su funcionalidad, restaurar la información histórica y asegurar que no se eliminen archivos. Detrás de ella existe el trabajo de mujeres y hombres talentosos durante más de una década, un esfuerzo que no puede simplemente abandonarse.

@julietdelrio