La antesala del día “D”

Reflexiones a considerar antes del día de las elecciones.

A unos días de la jornada electoral, ensombrecida por la tragedia en Monterrey, que espera responsables, la vorágine y el estruendo de las campañas electorales que inundan la patria de descalificaciones, acusaciones de corrupción y promesas sustentadas en el “Quién da más”, pueden hacerse las siguientes reflexiones:

1.-Los partidos políticos que monopolizan las candidaturas, han perdido deliberadamente de vista un aspecto importante de una democracia, cual viene a ser la transparencia en la selección de las candidaturas; parte muy importante de la participación política de la ciudadanía.

2.-Finalmente y sin rubores las cúpulas nombran a quien quieren, desdeñando sus propios métodos de selección, quitan y ponen candidatos de última hora sin explicación alguna.

3.-Los desfavorecidos, ayer de un partido de izquierda, hoy abrazan el otro extremo; igual se vuelven de izquierda los que militaban en una línea política distinta; lo importante es no quedar sin cargo y en algunos casos comprar impunidad.

¿Qué más prueba de falta de convicciones?

4.- Algunas de las promesas que realizan los candidatos realmente rayan en lo irrealizable; la pretensión es la compra de votos, porque pregonan que darán más dinero de los programas sociales, como si ese dinero fuera de ellos y de fuente inagotable. Esto es mentir.

5.- Como nunca en buena parte del país, la participación de la delincuencia organizada se hace evidente, para comenzar con tanta violencia que ha dejado decenas de muertos relacionados con la política electoral y sin que nadie detenga las agresiones, que se hacen a la luz del día y enfrente de quien sea.

Esa es la prueba de la existencia del estado doble: el institucional y el de la delincuencia, que lejos de combatirse, parece que las complicidades oficiales les permiten crecer.

6.-El sistema democrático que establece la constitución, tiene en su esencia no solo la división de poderes, sino el debate de las cosas públicas en el congreso, de modo tal que lo peor que puede pasar es que un solo partido tenga la mayoría suficiente para reformar todo, porque las minorías que representan a millones de mexicanos se verían aplastadas por el autoritarismo y la pluralidad sería inexistente. En suma, un parlamento de mayoriteo.

7.-Nunca es tarde para participar activamente no sólo el día de la elección, sino después; la cosa pública no es propiedad de los políticos, sino de todos.

8.-La transparencia y rendición de cuentas deben ser una realidad, no simulación, opacidad y complicidad de los órganos de fiscalización para proteger a los corruptos.

9.-No esperemos de los partidos políticos, la ciudadanía es la única que puede exigir el combate a la impunidad y la corrupción, lastre de nuestra nación.

10.- Lo que queda es que salgamos a votar este dos de junio, de manera libre y responsable, pues hasta ahora la democracia es el menos malo de los sistemas políticos.

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