Heliocentrismo

La teoría heliocéntrica afirma que la tierra y los demás planetas giran alrededor del sol, esta idea fue propuesta por primera vez en la antigua Grecia por Aristarco de Samos quien contradijo a Ptolomeo y a Hiparco, los cuales lograron que su teoría geocéntrica fuera comúnmente aceptada por más de mil años, acorde con la … Leer más

La teoría heliocéntrica afirma que la tierra y los demás planetas giran alrededor del sol, esta idea fue propuesta por primera vez en la antigua Grecia por Aristarco de Samos quien contradijo a Ptolomeo y a Hiparco, los cuales lograron que su teoría geocéntrica fuera comúnmente aceptada por más de mil años, acorde con la visión antropocéntrica (el ser humano está ubicado en el centro del universo).

Históricamente el heliocentrismo se opuso al geocentrismo. Desde el siglo III A. C., Aristarco es la primera persona conocida que propuso el modelo heliocéntrico del Sistema Solar, colocando el Sol, y no la Tierra, en el centro del universo conocido; esta idea la planteó después de estudiar la distancia y tamaño del Sol (determinó que el Sol era seis o siete veces más grande que la tierra).

Cuando los seres humanos carecían de instrumentos para conocer su entorno, la vista fue el único medio que emplearon para interpretar y comprender la realidad, de manera que cualquiera que se detenía a mirar el cielo, le parecía que la tierra se encuentra estática en un solo lugar mientras que todo en el cielo aparece por el Oriente y se oculta por el Poniente, así cada día. Sin embargo, con un poco de mayor atención, se podrán observar movimientos más complicados: por ejemplo, que los puntos de salida del Sol y de la Luna varían a lo largo de un año; o que algunas estrellas y planetas desaparecen durante ciertos meses, o que los planetas aparentan moverse en dirección contraria con respecto a las estrellas de fondo. Estos detalles de observación llevaron a reconsiderar el modelo geocéntrico y a fortalecer la idea de que el sol es el centro de nuestro Sistema Solar.

Aproximadamente en el año 270 A. C. Aristarco propuso un sistema heliocéntrico; su hipótesis estaba basada en que las estrellas y el Sol permanecen impasibles, fijos en el espacio y que la Tierra gira alrededor del Sol realizando una trayectoria totalmente circular. Si bien este modelo propuesto por Aristarco, como hoy conocemos no es del todo correcto, su relevante importancia es que se contrapone al paradigma imperante por cientos de años en el que se creyó que la tierra estaba ubicada en el centro del universo.

La iglesia católica tuvo gran influencia en el desarrollo del conocimiento, al grado tal que el desarrollo y construcción del conocimiento se estancó durante 1500 años. El modelo matemático del movimiento y ubicación de los planetas constituyó una idea del antropocentrismo, pensamiento en el que se ubica al ser humano, la criatura creada por Dios, como la medida y en centro de todas las cosas; en esta cosmología católica, el Sol y los Planetas se mueven alrededor de la Tierra.




Más noticias


Contenido Patrocinado