Todos nacemos igual y morimos igual
Si todos cultiváramos un sentido más fuerte de la unidad de la humanidad, estaríamos mejor capacitados para trabajar juntos por amor y compasión.
Con quienquiera que me encuentre, considero que todos somos iguales como seres humanos. Todas las personas que vivimos en esta planeta hoy en día fuimos creadas y protegidas por el amor y el afecto de nuestra madre tan pronto como nacimos. Así empiezan las cosas, más adelante, cuando seamos grandes y en la mitad de nuestra vida, debemos hacer lo que podamos para cuidar de los demás. Si hacemos eso, cuando lleguemos a morir, lo haremos en un ambiente de afecto. Lo triste es que aunque comenzamos disfrutando del amor y el afecto de nuestra madre, luego nos enfocamos por culpa del sistema de educación en las diferencias de religión, raza o nacionalidad que nos llevan a ver a otras personas en términos de ‘nosotros’ y ‘ellos’.
Lo que es pasado es pasado, no podemos cambiarlo, pero lo que podemos hacer es trabajar para crear un mundo más pacífico ahora y en el futuro. Además de esto, tenemos que tener en cuenta el calentamiento global. En todo el mundo hace cada vez más calor, los científicos nos han advertido sobre esto y la evidencia está clara ante nosotros. Además, la escritura budista, el Abhidharmakosha, habla del mundo siendo destruido por el fuego. Lo que vemos ahora puede ser el comienzo de ese proceso. Históricamente, los seres humanos se han peleado y matado entre sí. Ahora, cuando hay riesgos que nos afectan a todos, debemos esforzarnos por ayudarnos unos a otros en un ambiente de paz y armonía.
Si todos cultiváramos un sentido más fuerte de la unidad de la humanidad, estaríamos mejor capacitados para trabajar juntos por amor y compasión. La gente de todo el mundo, dice, estar harta de pelear y tratar de resolver los problemas mediante el uso de la fuerza está desactualizado. Todo ser humano en esta tierra es igual en querer ser feliz y no sufrir dolor. Necesitamos que todas las personas del mundo no se dañen unos a otros sino que vivan en paz y armonía.
Este año hemos visto una impactante serie de desastres naturales en muchas partes diferentes del mundo. Ha habido inundaciones, incendios salvajes y huracanes que han resultado en una trágica pérdida de vidas, así como daños a la propiedad y al medio ambiente natural. Claramente las consecuencias del calentamiento global nos afectan a todos.Todos somos iguales a los seres humanos, todos deseamos ser felices y evitar esas tragedias y en el contexto de la unidad de la humanidad todos tenemos la responsabilidad de ayudarnos y apoyarnos mutuamente.
Debemos aprender que la humanidad es una gran familia. Todos somos hermanos y hermanas: física, mental y emocionalmente iguales. Pero seguimos centrándonos demasiado en las diferencias en lugar de en lo que tenemos en común. Al fin y al cabo, todos nacemos igual y morimos igual.