Hacia una espiritualidad secular
El verdadero significado se encuentra en la sensación interior de paz y satisfacción, que a su vez se basa en el cuidado y amor hacia los demás, esa es la verdadera espiritualidad.
Es importante cultivar los valores interiores como la paciencia, la tolerancia, el perdón, la satisfacción y la autodisciplina. Estos valores interiores ayudan a mantener la calma y la compostura en situaciones difíciles y a liberar las emociones negativas de la ira, los celos y el odio.
Muchas emociones diferentes afectan la mente. Algunas, como la ira y el miedo, son perturbadoras; otras, como la empatía y la compasión, aportan alegría. Alimentar las emociones positivas ayuda naturalmente a reducir las que son destructivas. Como ya he mencionado en otras colaboraciones, es la compasión la que conduce a la fuerza interior y a la paz mental. Por lo tanto, debemos recordarnos constantemente que, como miembros de la misma familia humana, somos hermanos y hermanas. Y debemos seguir el ejemplo de las buenas personas que trabajan por la paz y no el de las que luchan y matan.
Una vida con sentido no se relaciona con la obtención de bienes materiales, poder o fama, ya que estos solo tienen un valor efímero. El verdadero significado se encuentra en la sensación interior de paz y satisfacción, que a su vez se basa en el cuidado y amor hacia los demás, esa es la verdadera espiritualidad.
La compasión y el amor no son un lujo; son esenciales para nuestra existencia. Sin compasión, no puede haber un sentimiento de comunidad. Debemos aprender a trabajar no sólo para nuestro propia persona, familia o nación, sino en beneficio de toda la humanidad.
Cultivar un sentimiento cercano y afectuoso hacia los demás tranquiliza automáticamente la mente. Ayuda a eliminar cualquier temor o inseguridad que podamos tener y nos da la fuerza necesaria para hacer frente a cualquier obstáculo que se nos presente, es la principal fuente de éxito en la vida que da la felicidad.
Es importante ser honestos y veraces en todos nuestros tratos con los demás. Una vida con sentido es aquella que se basa en la integridad moral, la honestidad y la veracidad. Debemos esforzarnos por cultivar sentimientos de bondad, compasión y amor hacia los demás, considerando a nuestros semejantes como hermanos y hermanas, independientemente de su raza, nacionalidad o religión.
Para lograr la paz mental es importante tener paciencia y son las personas hostiles y conflictivas, más que nuestros amigos, las que nos enseñan a tener paciencia. No es difícil hacer sonreír a nuestros amigos, pero hacer sonreír a nuestro enemigo es todo un logro.