El liderazgo de la mujer occidental
Las Mujeres deben recuperar el don de ser Mujer, tienen cualidades maravillosas que el mundo necesita.
Comparto una reflexión de mi Amigo y Maestro el Dalai Lama. Estoy totalmente de acuerdo y sé del poder de las Mujeres, de la consciencia, empatía y amor que emanan de sus cuerpos y de la gran sabiduría que hay en su mente. Las Mujeres en la historia fueron relegadas a la cocina y a ser simples niñeras durante siglos, esto hoy ha cambiado, ahora están en sitios de poder, trabajan, se han empoderado y son líderes, algunas otras han adoptado el rol masculino, de guerrear, luchar y vencer.
Creo que se debe recuperar el amor, la sabiduría y la intuición femenina que desde el seno materno cuando nacemos nuestra madre nos enseña, protege y da siempre afecto. Las Mujeres deben recuperar el don de ser Mujer, tienen cualidades maravillosas que el mundo necesita. Y si, la mujer occidental está oprimida por un régimen fascista que carece de libertad, de los recursos materiales para ocuparse en otra cosa más, que solamente subsistir. Se necesita una mujer que tenga el status suficiente para disponer de lo que ella quiera, de un tiempo para la cultura y la socialización.
Hoy todas las mujeres que hacen uso de las redes, son el poder para cambiar este mundo, empezando por reconectar la esencia, la naturaleza y transformando el entorno más amable, más respetuoso, en un mundo digno de l@s hij@s, un mundo que estemos orgullosos de mostrar inclusión, tolerancia, servicio y felicidad.
La mujer tiene el papel y la oportunidad de demostrar la fuerza, la flexibilidad, el amor y quitar el miedo para transformar una nueva humanidad. Esta sociedad ha desarrollado el bienestar material hasta extremos nunca conocidos y eso es bueno. Pero es curioso que, pese a todo, existe una creciente crisis a nivel mental. La solución a este nuevo problema no la podemos encontrar en el mercado, no la podemos comprar, ni siquiera en el médico, porque en realidad se encuentra en la mente que es la compasión y bondad.
Para muchos de nosotros nuestra madre no tuvo una formación profesional, en mi caso, mi madre no terminó ni la educación básica, pero fue una mujer cariñosa y bondadosa. Estoy convencido de que gracias a ella, yo desarrollé el servicio y la compasión, mayor o menor, que puedo sentir ahora por los demás. Ella puso en mi la semilla del amor en mi mente. Mi padre que no se hizo presente y, si me hubiese educado sólo él, yo sería una persona diferente. Aconsejo dar el máximo afecto a los hij@s y pasar el mayor tiempo posible con ellos porque la felicidad de la humanidad depende de que las nuevas generaciones aprendan a amar con inclusión y respeto.
“Cuando las mujeres tienen poder, mejoran inmensamente las vidas de todos los que están a su alrededor”.