Dios no es hombre ni mujer
Cuando estudie la sagrada escritura mis Maestros decían, que no era ningún problema referirse en femenino o masculino a Dios, ya que en las primeras expresiones de la humanidad al referirse a Dios, se le ha señalado como “la palabra“, “la presencia” o “la que es ” en femenino.
Me ha llamado la atención el artículo de la BBC del pasado viernes sobre el polémico debate de la Iglesia Anglicana sobre el genero de Dios. Con sustento en pasajes bíblicos, podemos ver a la figura de Dios más allá de una percepción exclusivamente masculina. El Rey Carlos III de Inglaterra quien es líder de la iglesia anglicana propone realizar estudios para dejar de dirigirse a Dios como El.
Ya desde hace siglos, cuando estudie sagrada escritura mis Maestros decían, que no era ningún problema referirse en femenino o masculino a Dios, ya que en las primeras expresiones de la humanidad al referirse a Dios, se le ha señalado como “la palabra“, “la presencia” o “la que es ” en femenino.
La propuesta del padre jesuita James Martin no es ir al otro extremo, sino abrir la experiencia de cercanía con Dios, sin perder de vista que “el misterio del Dios Trino va más allá de los límites del sexo o del género”. Es necesario ahondar en la relación entre Jesús y su Padre (Abbá) ha sido esencial en su vida, por eso cree necesario incentivar también la imagen femenina, materna de Dios, que podría resultar más conmovedora y trascendente para otras personas.
También hay varias reflexiones de lo divino en el Antiguo y el Nuevo Testamento que utilizan imágenes femeninas. Considera la imagen maternal del “Dios que te dio a luz” en el Deuteronomio (32:18), que se repite en Isaías, cuando Dios dice: “Ahora gritaré como una mujer en parto, jadearé y resoplaré” (42:14). Más tarde, Isaías escribe: “Como una madre consuela a su hijo, así os consolaré yo; seréis consolados en Jerusalén” (66: 13). El mismo Jesús utiliza imágenes femeninas de Dios, por ejemplo, la mujer que busca su moneda perdida: “¿Qué mujer que tiene diez monedas de plata, si pierde una de ellas, no enciende una lámpara, barre la casa y busca cuidadosamente hasta encontrarla? Cuando la encuentra, convoca a sus amigos y vecinos diciendo: ‘Alegraos conmigo, porque he encontrado la moneda que había perdido’. Os aseguro que los ángeles de Dios se alegran por un pecador que se arrepiente” (Lc 15, 8-10).
En la introducción del evangelio de San Juan dice: “En el principio existía el Verbo = Logos =La palabra, el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios”, (1, 1-5). Esta impactante imagen de Dios se encuentra entre otras dos: El Buen Pastor y el Hijo Pródigo. Pero, ¿cuáles han sido objeto de más representaciones artísticas? ¿Qué imágenes forman más parte de la conciencia cristiana? ¿Y por qué? Preguntarse cuántas veces has hablado de alguien que es una “oveja perdida” frente a una “moneda perdida”. ¿A qué se debe?
Los tiempos cambian, y las formas también, incluso las que se refieren a cómo se debe nombrar a Dios. La decisión es una respuesta a la petición de varios sacerdotes de excluir el género masculino al referirse al ser divino. Hasta el momento otras iglesias cristianas como la católica no han hecho pronunciamientos oficiales de posibles cambios en el lenguaje utilizado en la liturgia referente al género de Dios.