¿Estás a punto de graduarte? ¡Cuida tus datos personales!

Se avecina el mes en el que todos nos llenamos de orgullo ante el fin del ciclo escolar de nuestros hijos o nuestros seres queridos, comienzan las graduaciones en todos los sectores, primaria, secundaria, bachillerato, carrera profesional y hasta postgrado.

El hecho de tener en casa un graduado hace que invariablemente queramos compartir con nuestros seres queridos y afectos el tan esperado acontecimiento, pues es la culminación de trabajo, esfuerzo y tenacidad por parte del estudiante.

Lamentablemente con ello, exponemos mediante redes sociales no sólo la vulnerabilidad de nuestro graduado o graduada, sino también de las personas que se encuentran alrededor ellos y ellas, acto aún más grave cuando se trata de menores de edad.

Si por ejemplo, tenemos un familiar que se gradúa de un kínder o primaria, al tomar fotografía y compartirla en diferentes redes sociales exponemos a los niños compañeros del menor, señalando por lo general el nombre de la escuela, el uniforme con logotipo de la misma e incluso nos enorgullecemos de publicar sus calificaciones o la actividad en la cual fueron premiados y premiadas, algún deporte que practican de forma continua y si ello fue poco, ponemos de título a la publicación: “!Vámonos a quinto de primaria!”.

Con lo anterior, dimos a conocer por lo menos 8 datos personales sensibles sin contar con que si llegamos a tener la grandiosa idea de tomarle foto con sus compañeros de salón no tenemos la autorización de los padres o tutores de los otros menores para poder publicar la foto, es una verdadera y real vulneración a la imagen del menor.

Entiendo que la felicidad y la satisfacción del acontecimiento sobrepasen estos actos e incluso, es poca la gente que se detiene a pensar en ello, pero lo cierto es que la Ley General de los derechos de los niños, las niñas y los adolescentes señala enfáticamente que no pueden ser objeto de injerencias arbitraras e ilegales en su vida privada, su familia, de difusiones o divulgaciones ilícitas de información o de datos personales, incluyendo aquella de carácter informativo a la opinión pública.

Por preservar la identidad, por cuidado personal, por mera cuestión de seguridad, por prevención, por una y mil razones en esta época que inicia de graduaciones es importante detenernos a pensar y ponderar qué es más importante proteger la identidad de un niño, una niña o un adolescente en su esfera más íntima que es su escuela, su segunda casa.

Si nos ponemos a pensar un momento con detenimiento, no abrimos las puertas de nuestro hogar a cualquier persona, no publicamos fotografías de la cocina, la recámara, la alacena, los cajones, ¿por qué sí hacerlo de la escuela de nuestros hijos y de sus amigos? ¿por qué abrir esa malla de contención que en este momento tienen los menores de edad y que se supone es un “lugar seguro”?.

Mis recomendaciones para esta época es que al momento de tomar fotografías que invariablemente formarán parte del acervo familiar, evitemos publicarlas en redes sociales y si se realiza por necedad, cuidemos que no sea publicado el nombre de la escuela y el logotipo de la misma y lo más importante, pedir autorización a otros padres de familia y/o tutores para publicar fotos de los demás alumnos y niños y niñas de la escuela.

En el libro “La era de la perplejidad” del autor Jannis Kallinicos presentado en la Universidad Anáhuac de México, se mencionó que los datos personales son el recurso natural del siglo XXI, por lo que no sólo es urgente y necesario sino alarmante el hecho de proteger a los más vulnerables que son los niños y adolescentes, no convirtamos un acontecimiento importante en un día trágico exponiendo y promoviendo a los que más nos importan.