En un mal gobierno, los grilleros

Simitrio Quezada.
Simitrio Quezada.

El manejo de la grilla en el centro laboral es más fuerte que el estereotipo de la o el “godínez”.

Quien está grillando no está trabajando. Quien está trabajando no está grillando. Dudo que, a estas alturas, alguien pueda negar que ambas actividades sean mutuamente excluyentes.

La vida laboral sería más fácil si no tuviéramos que cuidarnos del compañero o la compañera de al lado. Lamentablemente, no falta quien tiene una vida tan vacía… que debe fincar el drama justo en el centro de trabajo.

Eso también implica, de modo torcido, la implantación de un sentido en su existencia.

El manejo de la grilla en el centro laboral es más fuerte que el estereotipo de la o el “godínez”. También más sutil. El problema más considerable —más que la fisura del propio equipo de trabajo o la pérdida del buen ambiente laboral— es cuántas horas “individuo/trabajo” se pierden en oficinas, tanto públicas como privadas, en perjuicio de la productividad en ellas esperada.

Quien está grillando no está trabajando. Desde la instigación, pasando por la conspiración y hasta la vigilancia a la otra persona, todo está teñido tanto por la falta de inteligencia emocional como por la indignidad.

Quien está trabajando no está grillando. No hay, en la esfera productiva, espacio para otra dinámica. No puede haberlo.

O trabajo o grilla. Por definición, el servicio público es costeado por el erario. Por desgracia, mientras no se dé totalmente una profesionalización de las personas servidoras públicas, en cada trienio, cada sexenio, continuarán dándose las “oleadas” de comadritas y compadritos que son integrados a la nómina porque se desgañitaron en la campaña, porque organizaron reuniones con el candidato, porque llenaron las bases de datos de los votantes a reunir.

En muchos casos, esas comadritas y compadritos son los que, ondeando el nombre del gobernante, buscan hacer hasta lo imposible para no trabajar ni dar buenos resultados. Sólo grillar, como un modo eficaz para supervivir en la manutención de su conquista.

¿Cuáles capacidades, cuál profesionalismo, cuál ética, cuáles buenos resultados?

O trabajo o grilla. Puedes ser buen trabajador pero, si llegaron a identificarte con el partido político que antes gobernaba, prepárate para el gradual desmantelamiento de tu espacio y responsabilidades laborales. Como dice mi amigo Pancho Esparza, prepárate para que el gobernante te dé una “p.c.” (patada en el c…).

En un mal gobierno, por supuesto que tendrán más peso, mejor espacio y mejor trato los grilleros: no los trabajadores.

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