El tiempo de los millenials

La segunda década del siglo XXI está por finalizar, con ella una serie de cambios a nivel internacional y nacional están por concretarse, muchos otros fenómenos sociales y políticos seguro están por ocurrir durante la próxima década, muchas de ellas, ni siquiera podemos prever o imaginar a estas alturas, pero dos cosas sí estoy seguro que presenciaremos a lo largo de la próxima década del aún nuevo milenio.

La primera de ellas, seguro será la agudización de la crisis medioambiental por la que está atravesando nuestro planeta y que sin duda nos obligará a replantear nuestra actividad humana que todavía es cotidiana en la mayoría de los países; el otro gran factor de transformación será el inminente relevo generacional en la dirección política, económica y social del mundo.

Para ambas seguiremos escuchando posturas incrédulas y negativas a pesar de la clara evidencia que ha empezado a imponerse, la negativa y rechazo hacia el cambio climático, es tan falaz y ridículo, como aquellos que siguen empecinados a negar la transición generacional.

Los millenials, esa generación que en resumidas cuentas creció y se hizo adulta con el cambio de milenio, hoy es más de la tercera parte de la población y en los próximos 5 años representaremos el 75% de la fuerza laboral del mundo.

Los primeros millenials están abandonando el sector joven de la población, son todos aquellos menores a los 39 años y que están consolidándose en el mercado laboral, o bien, han egresado de doctorados y super especialidades, convirtiéndose en personal altamente capacitado y con una alta visión de innovación.

A pesar de la fuerte crítica y el prejuicio que existe entorno a los millenials, lo cierto es que esta generación, donde los más jóvenes apenas superan los 20 años, son quienes han sido capaz de crear lazos sociales que han superado fronteras, distancias e idiomas; nativos digitales, con una alta capacidad de asimilación hacia las nuevas tecnologías, convirtiéndose en los nuevos consumidores con esquemas muy diferentes a los del siglo pasado, pero manteniendo un apego a su entorno y tratando de adaptarse o superar diferentes mecanismos (laborales y sociales) que nos han heredado generaciones pasadas.

El cambio generacional está ocurriendo, es algo inevitable, el tiempo es la principal garantía de ello. Los modelos empresariales, los esquemas y condiciones laborales, la educación e incluso los modelos sociales del siglo pasado, hoy están a punto de desaparecer por completo. Algunas cosas para bien y muchas otras para mal, pues es necesario aceptar que representan un detrimento para las condiciones actuales.

En este contexto es que estamos por presenciar, en el ámbito político, las últimas elecciones de los viejos y eternos políticos, muy pronto presenciaremos nuevos perfiles, no podría saber si serán mejores o peores, pero sí serán diferentes. El modelo de familia tradicional asumirá una nueva y diversa pluralidad, a pesar de la negativa ideológica y visiones retrogradas, la realidad se impondrá incluso sobre lo legal. El nuevo trabajador, ese que nunca sabrá de certezas laborales, será el nuevo tomador de decisiones.

Y por ello mismo es necesario aclarar, que este texto no busca generar un quiebre o confrontación con las generaciones pasadas, más bien busca ser una reflexión que llame a iniciar los esfuerzos generacionales para construir nuestras propias condiciones, nuestras propias realidades…