Día Mundial de la Justicia Internacional

Hoy, 17 de julio, se celebra el Día Mundial de la Justicia Internacional, una fecha que nos invita a reflexionar sobre la importancia de luchar contra la impunidad y hacer justicia a las víctimas de los crímenes más graves: el genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad.

Como presidente de la ciudad de Fresnillo, me siento orgulloso de pertenecer a un país que ha ratificado el Estatuto de Roma, el tratado que creó la Corte Penal Internacional (CPI), el primer y único tribunal penal internacional permanente del mundo, que tiene la capacidad para juzgar a los responsables de estos crímenes atroces.

La CPI es un instrumento esencial para defender el Estado de derecho, los derechos humanos y el orden mundial basado en normas compartidas. Sin embargo, su labor y su independencia se ven amenazadas por algunos actores que buscan socavar su legitimidad y obstaculizar su funcionamiento. Por eso, es necesario que todos los Estados cooperen con la CPI y se atengan a sus compromisos de defender la justicia internacional.

Asimismo, quiero reconocer el papel fundamental que desempeñan la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos en este ámbito, pues son ellos quienes exponen, documentan y denuncian las violaciones que sufren miles de personas en el mundo. Su valiente labor contribuye a proteger a las víctimas y a garantizar su reparación.

Hoy también rendimos homenaje a las personas que trabajan en el ámbito de la justicia internacional, como los jueces, fiscales, abogados y personal de apoyo de la CPI y otros tribunales especiales e internacionales. Su determinación y dedicación son fundamentales para hacer realidad el ideal de una justicia universal e imparcial.

En este día, reitero mi compromiso con la justicia internacional y con el apoyo a la CPI. Creo firmemente que solo mediante la cooperación y la solidaridad podremos poner fin a la impunidad y construir un mundo más pacífico y justo para todos.

Pero no basta con expresar nuestro apoyo a la justicia internacional. También debemos actuar en consecuencia y exigir que se investiguen y sancionen los crímenes internacionales que se han cometido en nuestro propio país. Según diversas organizaciones de derechos humanos, en México, históricamente, se han perpetrado torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales en forma sistemática y generalizada desde el inicio de la llamada guerra contra el narcotráfico. Estos crímenes podrían constituir crímenes de lesa humanidad según el Estatuto de Roma, lo cual implicaría la competencia de la CPI para investigarlos y juzgarlos.

Creemos que es importante que se active el mecanismo de justicia internacional que representa la CPI. Para ello, es necesario que las víctimas, sus familiares y las organizaciones de derechos humanos presenten denuncias ante esta instancia, documentando adecuadamente los hechos y las evidencias que demuestren la naturaleza sistemática y generalizada de los crímenes. Asimismo, es necesario que se presione al gobierno mexicano para que coopere con la CPI y facilite su labor.

No podemos permitir que los crímenes internacionales queden impunes en México. Debemos exigir que se respeten nuestros derechos humanos y que se siga haciendo justicia a las víctimas. Solo así podremos construir una sociedad más democrática, pacífica y digna.