Debo decirlo… Una frágil paz mundial

Lo que debe imperar en este momento es la sensatez, sobriedad y prudencia de los líderes mundiales.

La situación que se vivió esta semana en Rusia, sin duda, representa uno de los actos terroristas más impactantes de los últimos años y más, porque las imágenes que se difundieron en las redes sociales muestran la brutalidad inhumana de los ejecutores del atentado contra civiles indefensos quienes asistían a un concierto.

Rusia no había experimentado una acción de terrorismo tan extrema como la que sucedido la semana anterior lo que hace suponer que seguramente se tendrán varias hipótesis detrás de este atentado, pues la guerra que mantiene con Ucrania y su situación beligerante con la OTAN supone que la reacción del estado ruso sea violenta, inmediata e implacable contra quien, según sus investigaciones, sea el responsable de tal hecho.

El grupo yihadista Estado Islámico (ISIS-K) se reivindicó el atentado mortal perpetrado en Moscú, un grupo que resulta familiar a varios países del mundo por sus actos extremistas encaminados a la creación de un califato global, un estado islámico puro; y a pesar de que algunos países occidentales (Estados Unidos y Reino Unido) habían advertido sobre la alta probabilidad de sufrir un atentado, el gobierno Ruso hizo caso omiso al catalogarlo como un “chantaje absoluto” y ahora apuntan a que Ucrania está detrás de dichos actos, y no es de esperarse, ya que en un Estado de Guerra, el régimen encabezado por Putin puede utilizarlo como propaganda militar y con ello acelerar la militarización, lo que desencadenaría una escalada y así justificar ataques de mayor intensidad e incluso llevarlos a cabo contra la población civil en Ucrania.

Aunado a lo anterior, se suma la tensión diplomática entre los estados miembros de la OTAN liderados por Estados Unidos y por otro lado, Rusia y China, este último, como el aliado estratégico de Rusia en materia económica y desarrollo de tecnología armamentista y quienes en últimas fechas han fortalecido sus relaciones de amistad y ayuda mutua, pues cabe mencionar que los dos comparten la preocupación del avance estratégico de la OTAN a quien ven como una amenaza en constante crecimiento ante la incorporación de nuevos países a sus filas, como es el caso de Ucrania, de ahí la justificación de la invasión por parte de Rusia.

La tensión internacional se hace cada vez más vulnerable al sumar posiciones tan irracionales y poco diplomáticas como las de Francia y Alemania que han aprobado cantidades económicas exorbitantes destinadas al apoyo bélico a Ucrania en su guerra que mantiene con Rusia y con ello, agrava aún más la situación mundial que ponen en alerta a todos los sistemas de seguridad de las potencias mundiales.

Lo tangibles es que, una conflagración nuclear entre las grandes potencias no habría seguramente ningún ganador, pues la destrucción seria inimaginable para toda la humanidad significaría según expertos un retroceso comparable con la edad de piedra, pues el uso de armas nucleares en una guerra en estos momentos supone el desconocimiento entre los participantes, pues cada uno de ellos desconoce a ciencia cierta el potencial y la magnitud del poder del enemigo.

Lo que debe imperar en este momento es la sensatez, sobriedad y prudencia de los lideres mundiales, reduciendo sus ambiciones imperialistas y beligerantes, hacer prevalecer la diplomacia y negociar una paz duradera mediante el dialogo, respetando la actual composición geopolítica del mundo, detener la carrera armamentista mediante firmas de tratados internacionales con ese propósito,  buscar un equilibrio armónico de crecimiento económico y social de todas las regiones del mundo, mediante la cooperación y transferencia de tecnología.

Es utópico quizá, pero es la única alternativa de evitar una inminente tercera guerra mundial, de la cual difícilmente podamos sobrevivir y considero que la única alternativa en estos momentos para la humanidad es la frase del Benemérito las Américas Benito Juárez, quien dijo “…Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es La Paz…”.

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