Confianza y Punto Final

Pablo Torres Corpus.
Pablo Torres Corpus.

Pemex sigue perdiendo dinero como nunca.

Hace poco más de un año, en este mismo espacio se advirtió que de seguir con las pérdidas millonarias y sin reestructuración, Pemex perdería el grado de inversión.

Lamentablemente en abril de este año se confirmó el recorte en la calificación crediticia de Pemex y sus bonos, ya que perdieron el grado de inversión para convertirse en “bonos basura”; bonos especulativos.

Pese a los esfuerzos de la petrolera por revertir, o al menos reducir las pérdidas, así como de las promesas políticas de rescatarla; Pemex sigue perdiendo dinero como nunca.

Al momento de redactar el presente texto, se informaba que durante el segundo trimestre de 2020, Pemex perdió 44 mil millones de pesos, cifra que se suma a los 562 mil millones de pesos que cedió en el primer trimestre del año.

Con todo y eso, la estrategia y política financiera de Pemex se mantiene sin cambios y se confirma que el gobierno del presidente López Obrador ha inyectado 10 mil millones de dólares a la petrolera con la idea de hacerla productiva, pero ni con todo ese dinero cambian las proyecciones y Pemex seguirá perdiendo dinero.

Y lo peor, esa estrategia arrastrará a todo el país a una crisis; de no rectificar, México perdería su grado de inversión.

Muchos ven muy lejana la posibilidad de que nuestro país pierda ese grado, pero igual de lejano e imposible se veía que los bonos de Pemex fueran considerados como basura como lo son actualmente.

Aunque muchos critican y no creen en la objetividad de las calificadoras, nos guste o no, son sus análisis y calificaciones las que marcan la pauta de la economía global.

Las calificaciones de riesgo son importantes porque determinan qué tan confiable es un país o una empresa para invertir, le dicen al mercado global qué tan confiable es una entidad. Y prácticamente todas las inversiones públicas y privadas se guían por esa calificación.

De bajar la calificación crediticia de México, los efectos de la crisis serían mayores ya que se dejaría de invertir dinero nacional o externo, habría fuga de capitales y no habría confianza para invertir y gastar en todo México. Se perderían empleos, el peso se devaluaría, la vida sería más cara.

No sería algo inmediato, pero para allá vamos.

Punto Final

Insisto, ojalá y me equivoque.

 




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