Con… ciencia, dormir

Así como be­ber y co­mer, dor­mir pa­re­ce sa­tis­fa­cer una ne­ce­si­da­d ele­men­ta­l pa­ra la sobreviven­cia; el pro­pó­si­to fun­cio­nal del sue­ño per­ma­nece incierto, a pe­sar de que in­ves­ti­ga­cio­nes científicas en ma­mí­fe­ros in­di­can que exis­te una in­ter­de­pen­den­cia en­tre el buen dor­mir, el apren­di­za­je y la me­mo­ria.

Lo cierto es que dormir es una característica casi universal de la vida animal; es fundamental para la sobrevivencia de las especies y la selección natural evolutiva nunca eliminó este comportamiento; de hecho, hizo totalmente lo contrario, construyendo sobre la conducta de dormir nuevas fases y funciones. Fue así como en algún momento de la prehistoria apareció la más famosa fase del sueño: La REM que se refiere al movimiento ocular rápido.

Habitualmente un ser humano duerme en promedio 8 horas cada día, de manera que no debe de sorprender el cómputo total de horas que duerme una persona durante toda su vida; la Onirología es la ciencia que se encarga del estudio del sueño y entre sus principales aportes se tiene que dormir bien trae consigo:

1. Sentirse descansado y con energía al día siguiente.
2. Aprender información, hacer reflexiones, formar recuerdos.
3. Descansar el corazón y el sistema vascular.
4. Liberar hormonas del crecimiento (ayuda a los niños a crecer. También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos.
5. Liberar hormonas sexuales que ayudan a la fertilidad.
6. Evitar enfermarse o mejorarse cuando se está enfermo, creando más hormonas que ayudan al sistema inmune a combatir infecciones.

Dormir es un es­ta­do de vi­gi­lan­cia de gran im­por­tan­cia fun­cio­nal. Tan­to en el ser hu­ma­no co­mo en di­fe­ren­tes ani­ma­les, es­tá su­je­to a me­ca­nis­mos ce­re­bra­les de control y es fundamental pa­ra el equi­li­brio fi­sio­ló­gi­co del or­ga­nis­mo. Para los seres humanos dormir es una necesidad que se ha­ce in­so­por­ta­ble des­pués de unas cuantas ho­ras, y la to­tal pri­va­ción del pe­rio­do de sue­ño o su res­tric­ción cró­ni­ca causa gra­ves deficiencias cog­ni­ti­vas que pue­den lle­var a la muer­te. Existen tres elementos principales en el comportamiento de los animales al dormir: Hace que permanezcan tranquilos y quietos, son más lentos para responder y evita el cansancio.

Los tiburones no duermen debido a que el agua que llega a sus branquias es porque se mantienen en constante movimiento pues carecen de un órgano específico que les permita llenar sus branquias con agua; de manera que si detienen su movimiento dejan de respirar y mueren: por este motivo buscan corrientes marinas para poder entrar en un estado de aletargamiento y poder descansar.

La jirafa duerme de pie no más de 2 horas cada día y en breves períodos de 5 minutos cada uno; entre otros motivos es debido a que su tamaño le impediría levantarse rápidamente si se acostara y con eso se convertiría en presa fácil de sus enemigos carnívoros.