¿Cómo funcionan los Bouchers educativos?

Cada familia elige el plantel educativo que quiera para sus hijos de acuerdo con sus preferencias,

El sistema de bouchers educativos se basa en que los fondos de educación del Estado no van a la oferta educativa (salarios, edificios, becas, uniformes, etc) sino a la demanda: cada familia recibe un vale que equivale al dinero de la colegiatura de cada uno de sus niños.

Con ese boucher, cada familia elige el plantel educativo que quiera para sus hijos (pública o privada; cerca o lejos; religiosa o laica; con disciplina férrea o con inteligencia emocional) de acuerdo con sus preferencias, por eso el sistema también se llama de “libre elección de escuela”. Si es una escuela pública, entrega el boucher y nada más; si es privada, deberá pagar un complemento si fuera el caso.

Ese dinero sigue al alumno por lo que si una familia está inconforme puede llevarse el hijo y su boucher a otra institución. Las escuelas, por tanto, dependen de la elección de las familias. Si una de ellas (pública o privada) pierde alumnos al punto de no sostener sus costos, cierra.

En teoría, se genera competencia entre colegios para captar alumnos y por eso también se denomina “cuasi-mercado educativo”: las escuelas compiten como si fuera un mercado, pero con financiamiento estatal. La idea es que la competencia genera incentivos a mejorar la calidad de la educación y a una inversión en la escuela más eficiente.

El referente original del sistema de bouchers educativos fue el economista liberal Milton Friedman. Hacia 1988 dos autores norteamericanos, John Chubb y Terry Moe, publican el trabajo icónico más serio, con fundamentos estadísticos y políticos: habían sido los asesores estrella de la reforma promercado de Margaret Thatcher.

En 1993 el economista post marxista Herbert Gintis propuso un boucher “igualitarista” que aseguraba incorporar lo mejor del mercado y lo mejor del Estado. Hay muy pocos países con sistema de bouchers educativos, en Chile fueron implementados en 1981, Suecia y Holanda son países con estado social fuerte (Suecia, el país más justo del mundo ¡tiene bouchers!) y Nueva Zelanda que tiene un modelo clásicamente ortodoxo (“neoliberal”). No parece haber un patrón ideológico muy marcado.

En Estados Unidos no hay sistema de bouchers aunque hay fundaciones y estados que sortean becas para que las familias puedan pagar la escuela privada que elijan. Los llaman “bouchers” pero no cumplen con los requisitos de un cuasi mercado: el nombre es una forma de promocionarlos, pero nunca fueron implementados. Donald Trump lo había prometido en su campaña presidencial y para eso nombró a cargo de la educación de su gobierno a Betsy de Voss, una referente de la movida promercados en educación, pero durante su gobierno no avanzó absolutamente nada. (Mariano Narodowski).




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