¿Sin frijolitos? ¿Se le secó su planta? Don José le ofrece eso y mucho más en Fresnillo

Don José se pone todos los días a vender en los tianguis de Fresnillo. | Fotos: Ángel Martínez.
Don José se pone todos los días a vender en los tianguis de Fresnillo. | Fotos: Ángel Martínez.

El cultivo y el comercio son el sustento de Don José y su familia.

FRESNILLO.- Échele el ojo a los productos que le viene ofreciendo don José directito desde el campo, tales como plantitas para el casa que extrae de su mismo huerto, hasta frijol para el lonche de la semana.

Para que vea que aún hay gente honrada y trabajadora, le traemos la vendimia de José Sánchez Domínguez.

Se levanta muy temprano para vender frijol. / Foto: Ángel Martínez

 

Siembra lo que vende

Originario de San Cristóbal, don José desde que era un niño siempre le supo al arte de la agricultura esto porque su familia se lo inculcó.

Cuando fue agarrando su edad, don Pepe complementó sus cosechas con el comercio, de esta forma se le ocurrió la idea de vender frijol y plantas para alegrar las casitas.

El frijol lo cultiva él mismo. / Foto: Ángel Martínez

Llueve o truene, todos los días don José se levanta bien tempranito, antes de que el Sol se alce, para comenzar con su jornada.

Ya para las 6 de las mañana anda saliendo de su comunidad con todo y su mercancía, esto para llegar a las 7 y poder instalarse en alguno de los tianguis del municipio.

También vende plantas que siembra su esposa. / Foto: Ángel Martínez

Cada fin de semana sus productos son variados porque esto depende de la cosecha, y es que fíjese que el frijol lo siembra con sus propias manos, mismo que nunca falta en su puesto.

Las plantas son de su huerto

Además del frijol y cierta fruta que a veces trae, don José también vende plantas bien bonitas con todo y su macetero.

La idea de las plantas surgió de su esposa, esto porque, además de ser muy amante de la naturaleza, con esfuerzo ha dedicado a plantar su huerto en su propia casa.

Vende las plantas con todo y macetas. / Foto: Ángel Martínez

De ahí mismo, la doñita las corta con todo y raíz, las pone en un macetero y las deja listas para que don José se las lleve a las señoras de casa que son las que más le compran.

El campo es su sustento

Con la pandemia de Covid-19, don José vio una baja en su vendimia porque tuvo que guardar reposo y aunque se instalaba de vez en cuando, las personas no salía de su casa por nada.

Aunque don José nunca quitó el dedo del renglón y vendió como Dios le dio a entender porque asegura que el comercio y el campo son lo más importante en su vida.

Don José vende diferente tipo de frijol. / Foto: Ángel Martínez

Esto y porque es el principal sustento para mantener a su familia, además que se le ha vuelto costumbre el trabajar.

Y pese a que la venta del frijol no favorece mucho a los campesinos debido al costo de insumos y de herramientas aseguró que:

Uno se mantiene trabajando, porque no se haya sin  trabajar.

Porque, además de las ventas buenas y malas debido a las cosechas, siempre le echa todas las ganas para salir adelante.

El frijol nunca falta en su puesto. / Foto: Ángel Martínez

Con todo y esto, don José se siente orgulloso de su trabajo porque es algo que le gusta, así que si lo ve en los mercaditos no dude en ir a comprarle.

Desde un buen frijol sembrado en tierra zacatecana hasta unas plantas del huerto le pueden alegrar su día y el de don José.

También vende fruta variada cada fin de semana. / Foto: Ángel Martínez