Se apropia crimen organizado de comunidades de Jerez

Los productores han regresado a su trabajo en las huertas de durazno.
Los productores han regresado a su trabajo en las huertas de durazno.

Al menos cinco poblados han tenido que ser deshabilitados.

JEREZ.- La guerra que se vive por parte del crimen organizado en el país y en el Estado, ha desplazado a cientos de familias de sus comunidades; por lo que se ven obligados a buscar refugio en los poblados más grandes, abandonando sus casas, tierras y ganado.

En las comunidades de Jerez no es la excepción y pese a que en la cabecera municipal los enfrentamientos son únicamente entre grupos delictivos y policías, en las rancherías de la sierra no ocurre lo mismo.

Miembros de estos grupos han despojado a cientos de familias de su hogar y los poblados ubicados en el trayecto que comunica a la cabecera municipal de Jerez con Valparaíso, los han convertido en campamentos.

En algunos casos, las familias tuvieron que huir en contra de su voluntad.

Crimen afecta a las fuentes de ingreso

Las cosechas y el ganado quedaron en el abandono debido a la guerra entre grupos antagónicos que pelean por el control de la zona y el paso que conduce a otras localidades.

Muchos huyeron con una mínima parte de su patrimonio, a otros los echaron de sus propiedades y buscaron refugio con familiares.

A quienes despojaron de sus viviendas ahora viven de lo que les proveen las remesas o el poco trabajo que surge en la cabecera municipal.

Cabe mencionar que Jerez es un municipio en donde su principal fuente de ingresos, después de las remesas, es la ganadería y la agricultura; por lo que al quedar los huertos de durazno y manzana abandonados, las pérdidas económicas se estiman serán fuertes.

Habitantes de Palmas Altas ahora buscan casas en la cabecera municipal.

Deshabitadas cinco comunidades

Por lo menos, cinco comunidades ya no están habitadas por sus propietarios; entre ellas destacan El Naranjal, la Ordeña Villahermosa, San Cayetano, entre otras más pequeñas que resultan inhabitables por la presencia del crimen organizado.

Además, en otro grupo de rancherías solamente vive entre el 5 y el 10% del total de su población.

Tal es el caso de Palmas Altas y Plan de Carrillo en donde, recientemente, la mayoría de los habitantes huyó a la cabecera municipal y aterrados buscaron resguardo en pequeñas casas en las colonias.

A los vecinos de este municipio les preocupa que los grupos comiencen a invadir las periferias asentándose en las colonias; lo que afectaría aún más la seguridad como ocurrió en Los García, Chacuaco, Guadalupe Victoria, Los González, Saravia, La Herradura y el Tepetate.

En Jerez, continúan a la espera de que las autoridades municipales, estatales y federales apliquen una nueva estrategia de seguridad para que sus habitantes logren recuperar su hogares y la paz en sus vidas.