
Miriam vio en la pandemia una nueva forma de mostrar su talento. | Fotos: Ángel Martínez.
Miriam vio en la pandemia una oportunidad para desarrollar su negocio.
FRESNILLO.- La pandemia hizo que murieran muchos negocios, otros que agonizaran; mientras que otros vieron una oportunidad, como Miriam, quien pensó en una mejor manera de ofrecer sus macetas, las que pinta y son de distintos diseños.
Antes de que el Covid nos aterrorizara, Miriam Noemí Ovalle Limón ofrecía sus distintas macetas de cactus, suculentas y obviamente las que tienen flores, las que hacen un lugar más animado en dónde estén.
Sin embargo, con la contingencia y que muchos se guardaron con el temor de contagiarse, a Miriam se le vino una temporada complicada, pues las ventas eran cada día menores.
Lo anterior, no ató de manos a Miriam, quien pensó y decidió que además de la planta en sí, pudiera ofrecer distintas macetas para poder decorar la casa de manera diferente.
Y con eso que mucha gente se encerró en su casa, pues la gente empezó a buscar cómo limpiar o hasta decorar su hogar, fue ahí donde Miriam vio una oportunidad de hacer más grande su empresa.
Fue así que la artesana se hizo de macetas de barro y las empezó a pintar, a diseñarle unos dibujos muy vistosos para que la gente le llamara la atención; además les sacó unas fotos y las subió a redes sociales.
Para el 10 de mayo, la artesana ya tenía varios modelitos, cosas para regalarle a las mamás y de paso, poner más chulo de bonito que la sala, que la recámara, que el patio, entre otros lugares.
Lo anterior le dio la posibilidad de que las personas vieran el talento de Miriam, quien puede tardar 25 minutos en pitar una maceta. Aunque, depende del diseño que le haya gustado al cliente.
Otros de los atractivos del productos de Miriam, es que las macetas tiene diversas formas, desde tazas, teteras y cosas así que a las amas de casa les gusta o hay de las miniaturas para oxigenar el lugar de trabajo.
“Buscamos darles otra presentación de cómo adornar, sobre todo de maceteros de barro, que cambian mucho el aspecto de los espacios y eso les ha gustado a los ciudadanos”, platicó la artesana.
Es así que Miriam le puede pintar una maceta chiquita o hasta una más grande, donde cuida cada detalle y eso le agradecen los clientes, quienes ven que le pone creatividad a cada pieza.
Miriam aseguró sentirse orgullosa por su trabajo, porque le permite mantenerse activa, pese a la pandemia y con ello generar un ingreso a su familia en tiempos complicados para los fresnillenses.