
Las reparaciones quedaron pendientes por falta de presupuesto. | Foto: Silvia Vanegas.
Desde hace ocho años se clausuró el Edificio de la Torre.
JEREZ.- El Edifico de la Torre, construido en la época del porfiriato y testigo de abolengos que en su paso por la vida transitaron por esta provincia, permanece en el olvido sin que su rehabilitación continúe por falta de certeza jurídica.
Hace ocho años, el personal de Protección Civil del municipio clausuró el inmueble por tener daños estructurales severos; sin embargo, a través de la gestión del entonces presidente del Comité Pueblos Mágicos, Pablo Alejandro Torres Corpus; el ayuntamiento 2013-2016 encabezado por José Manuel Viramontes, aportó recursos para consolidar el edificio.
La obra se consolidó, pero sus muros continúan sin pintar, no se colocó la duela, entre otros detalles que no se arreglaron, pues los recursos se terminaron.
A esto se sumó la imposibilidad de gestionar más apoyo debido a que se pidió una escritura a nombre del municipio para bajar fondos de la federación.
Por lo anterior, esta belleza arquitectónica de estilo neogótico, no podrá tener certeza jurídica en esta administración, dijo la síndico municipal, Carolina Salazar, quien detalló que el trámite de escrituración debe realizarse desde cero.
Sus antecesoras aseguraban que el trámite estaba en proceso y que en poco tiempo tendrían las escrituras; sin embargo, en ocho años no se logró ningún avance en las presuntas instancias que darían certeza jurídica al edificio.
Actualmente está en proceso una diligencia de jurisdicción voluntaria, pero no será en este periodo de gobierno cuando finalice la diligencia, ya que el trámite dura en promedio cinco años.
Mientras el proceso transcurre, el edifico permanece abandonado, en ocasiones se ha utilizado como bodega y la mayoría del tiempo se encuentra en el olvido.
Este bello lugar fue una escuela durante 70 años; posteriormente se convirtió en biblioteca y en el Instituto Jerezano de Cultura.
La construcción del emblemático edificio data de 1894 y estuvo a cargo del arquitecto empírico, Dámaso Muñetón; en un terreno donado por el ciudadano Pantaleón de la Torre, con la finalidad de establecer una escuela para niñas.
El terreno y el capital para la construcción del Edificio de la Torre los donó el ciudadano Pantaleón de la Torre, en 1795; con el objetivo de que se construyera una institución educativa.
Dicha escuela resulto poco funcional, por lo que la demolieron y un siglo después, en 1894, construyeron el edificio. Esto según los datos obtenidos de la tesis para obtener el grado de doctor en Diseño, de la línea de estudios Urbanos de Carlos Antonio de Jesús Lira Vázquez, denominada “Una ciudad ilustrada y liberal, Jerez en el Porfirito”.
De esta forma se construyó el edificio respetando la voluntad del donador sin necesidad de escrituración o certeza jurídica; sólo respetando el testamento de este jerezano.
El edificio de la Torre como muchos otros en el municipio no tiene escrituras, entre ellos el Panteón de Dolores, Jardín Hidalgo antes Jardín Brillanti y el Teatro Hinojosa.
La falta de esta documentación se debe a que para las autoridades era evidente que el inmueble pertenecía al municipio y nadie se preocupó por dar certeza jurídica a los inmuebles.