Don Pepe vende nieve de garrafa echa por sus propias manos en Guadalupe

Don Pepe tiene 45 años vendiendo nieve. | Fotos: Carlos Montoya.
Don Pepe tiene 45 años vendiendo nieve. | Fotos: Carlos Montoya.

Las nieves de garrada son un negocio familiar.

GUADALUPE.- Si usted es de esos que ninguna nieve le cae por tanto sabor artificial, no dude en visitar a José Luis Rodríguez de la Torre con sus ricas y tradicionales nieves de garrafa, donde tanto los sabores como los conos están hechos por sus propias manos.

Ya ve que cuando uno anda dando la vuelta por el centro, se siente el calor muy intenso, más por estas épocas, por esto se antoja algo helado como remedio.

Don Pepe se pone todos los días por la avenida Colegio Militar.

Pues don José le trae la solución a todos sus males, pues vende nieves de garrafa que además de ser una tradición en el estado el don las hace desde cero.

Su mamá le paso el negocio

Este bello negocio fue transmitido de generaciones ya que los abuelitos de don Pepe, como le dice la gente, fueron los primeros en vender estas exquisitas nieves.

Y cuando tuvieron la edad les enseñaron a sus hijos a fabricarlas, hasta que su mamá Viviana, que Dios no la guarde en el cielo, se animó y le enseñó desde niño a don Pepe, para continuar con la tradición familiar.

Tienen 5 diferentes sabores de nieves de garrafa.

Fue así como el don pudo poner junto al igual que sus hermanos su negocio de nieves, con el mismo sabor pero mejorado a como se lo enseñaron.

Ya son 45 años desde que don Pepe inició con las ventas y es que los clientes nada que me lo dejan descansar porque diario le piden nieves, y cómo no si están bien buenas.

Todo se hace a mano

Con la ayuda de su esposa doña Leonor García, entre ambos sacan el negocio a flote porque tanto las nieves como los conos están hechos de manera casera.

No lo va a creer pero todos los días, doña Leonor se levanta a las 4 de la mañana para hacer los barquillos y las cazuelas, que déjeme decirle, le quedan mejor de los que salen de fábrica.

Tienen sus clientes especiales desde hace años.

Ya para las 6 de la mañana, don Pepe inicia con la preparación de la nieve usando las tradicionales garrafas, entre los sabores que le viene manejando está el de plátano, melón, mango, vainilla, coco y nuez.

Donde cada día de la semana vende un sabor diferente, pues para que el cliente no se nos aburra con lo mismo de siempre y que tenga más variedad.

Y para seguirle endulzando el oído, fíjese que don Pepe también hace la mermelada que le pone a las nieves, entre la favorita de todos está la de guayaba que le queda como rechupete al dedo.

La experiencia lo respalda

La travesía no termina ahí porque todos los días se avienta cerca de una hora en su carrito de nieves para llegar a un lado de la Presidencia Municipal de Guadalupe en la avenida Colegio Militar donde pone su negocio a andar a eso de las 11 de la mañana.

Aunque a veces también va a dar la vuelta al jardín principal porque ahí también tiene a sus clientes que lo esperan bien entusiasmados, ya para las 8 se regresa a su casa.

Tiene 45 años en el negocio de las nieves.

Gracias a su negocio don Pepe ha podido sacar a su familia adelante y a sus dos hijos que diario se los agradecen ya que se sienten orgullosos de su oficio.

Así que no se haga y vaya a probar las nieves de garrafa que hasta eso Don Pepe no es carero ya que el cono le cuestan 10 pesos con todo y mermelada, ¿qué más le puede pedir a la vida?