Papa Francisco realiza tradicional lavado de pies, pero ¡solo a mujeres!

ROMA.- Durante el ritual del Jueves Santo en Roma, el Papa Francisco llevó a cabo un gesto histórico al lavar y besar los pies de 12 mujeres recluidas en la prisión de Rebibbia. Este acto, realizado desde su silla de ruedas debido a recientes complicaciones de salud, marca una desviación significativa de la tradición al incluir exclusivamente a mujeres en este acto ritual.

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El evento, que tuvo lugar el 28 de marzo de 2024, involucró al Papa Francisco vertiendo agua sobre los pies descalzos de las reclusas, secándolos con una toalla y concluyendo cada acto con un beso. La emoción se palpaba en la sala, muchas de las mujeres no pudieron contener las lágrimas durante el proceso.

🎥 DESTACADOS | El Papa Francisco presidió la Santa Misa de la Cena del Señor desde la Prisión de Mujeres de Rebibbia en Roma, donde, desde su silla de ruedas, lavó los pies de 12 reclusas, muchas de ellas conmovidas hasta el llanto.pic.twitter.com/6sEBXlHhMf

— EWTN ESPAÑOL (@EWTNespanol) March 28, 2024

La elección de la prisión de Rebibbia como escenario para este acto no fue casual. Desde su elección como Papa en 2013, Francisco ha enfatizado la importancia del servicio a los marginados y desfavorecidos, eligiendo realizar este ritual en lugares que albergan a personas en situaciones vulnerables, como prisiones y centros de refugiados.

Papa Francisco: Lavado de pies a mujeres; disruptivo

Este gesto del Papa Francisco con las mujeres seleccionadas representa una ruptura significativa con la tradición. Desde el inicio de su pontificado, ha buscado activamente reformar varias prácticas y perspectivas dentro de la Iglesia Católica, incluyendo la inclusión de mujeres y personas de diferentes creencias en el ritual del Jueves Santo.

En su homilía durante el evento, el Papa Francisco remarcó la importancia del gesto de Jesús al lavar los pies de sus discípulos, enfatizando que no vino “para ser servido, sino para servir”. Este acto no solo representa una ruptura con la tradición, sino también un profundo mensaje de igualdad y inclusividad dentro de la Iglesia Católica.