
Foto: Cortesía.
Francisco expresó su deseo de ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma.
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco falleció este lunes 21 de abril a los 88 años de edad, según confirmó el Vaticano en un comunicado.
El día de ayer en Imagen te compartimos que Papa argentino tuvo su última aparición pública en Domingo de Resurrección como parte del tradicional mensaje de Pascua, donde dio un mensaje para los fieles católicos desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
“Renovemos nuestra esperanza y nuestra confianza en los demás, incluso en quienes son diferentes a nosotros o vienen de tierras lejanas, trayendo costumbres, formas de vida e ideas desconocidas. Porque todos somos hijos de Dios”, fueron las últimas palabras que dejó el Papa Francisco, las cuales fueron leídas por un clérigo asistente, mientras él observaba.
Lamentablemente, en menos de 24 horas después, llegaba el comunicado del Vaticano en el que se anunciaba su fallecimiento.
“A las 7:35 de esta mañana (hora local), el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia”.
El papa Francisco simplificó el pasado mes de noviembre el ritual de los funerales pontificios eliminando, entre otras, la tradición de los tres ataúdes, el catafalco, el báculo papal o los tratamientos más allá de obispo y papa.
Esto fue editado y publicado en la segunda edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que guía el funeral del papa “porque el papa Francisco pidió simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado”.
Una de los cambios es la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana, como en su momento expresó Francisco, que deseaba ser enterrado en la basílica de Santa María la Mayor de Roma.
Se mantienen las llamadas tres estaciones que preceden al ritual de exequias, es decir, los pasos que deben darse tras la muerte de un pontífice, aunque en la primera estación se indica que la constatación de la muerte se realizará en su capilla privada, en lugar de en la habitación donde falleció e inmediatamente el cuerpo se depositará en el único ataúd de madera con el interior de zinc, antes de ser trasladado directamente a la basílica.
Anteriormente, el cuerpo del papa se trasladaba a la capilla del Palacio Apostólico, ya que allí residía el pontífice, pero Francisco vivía en la residencia de la Casa Santa Marta, por lo que se eliminó este paso.
También se precisaron algunos pasajes de la llamada segunda estación: puesto que la deposición en el féretro ya ha tenido lugar tras la constatación de la muerte, el féretro se cierra la víspera de la misa exequial.
En la basílica vaticana, el cuerpo del papa difunto se expondrá directamente en el féretro abierto para la veneración de los fieles, pero no en un catafalco.
Por último, en la tercera estación, que incluía el traslado del féretro al sepulcro y el entierro, se elimina la tradición de enterrar a los papas en tres ataúdes.