Crisis en Sudán: cómo comenzó y qué sabemos del riesgo de una guerra civil

Los enfrentamientos han estallado en la capital de Sudán, Jartum; y en otros lugares del país mientras poderosas facciones militares rivales luchan por el control, lo que aumenta el riesgo de una guerra civil en todo el país. | Foto: Cortesía.
Los enfrentamientos han estallado en la capital de Sudán, Jartum; y en otros lugares del país mientras poderosas facciones militares rivales luchan por el control, lo que aumenta el riesgo de una guerra civil en todo el país. | Foto: Cortesía.

Miles de personas huían de la capital de Sudán al arreciar los combates entre el ejército y los paramilitares este miércoles; que dejaron por el momento cerca de 200 muertos.

SUDÁN.- Los enfrentamientos han estallado en la capital de Sudán, Jartum; y en otros lugares del país mientras poderosas facciones militares rivales luchan por el control, lo que aumenta el riesgo de una guerra civil en todo el país.

Las tensiones han estado incrementándose desde hace semanas entre los dos generales más poderosos del país; que apenas 18 meses antes orquestaron un golpe militar para descarrilar la transición del país hacia la democracia.

Los enfrentamientos han estallado en la capital de Sudán, Jartum; y en otros lugares del país mientras poderosas facciones militares rivales luchan por el control, lo que aumenta el riesgo de una guerra civil en todo el país.
Foto: Cortesía.

Así, el primero representa el poder militar en Sudán mientras el segundo lidera un grupo de milicias que se formó en Darfur. Los generales Abdel Fatah al Burhan y Mohamed Hamdan Daglo se enfrentan por el control del país.

¿Por qué Sudán está “en llamas” por dos grupos militares?

Después de que el país sufriera un golpe militar para derrocar al entonces presidente Abdalla Hamdok  en octubre de 2021, la junta militar del ejército sudanés; comandado por Abdel Fatah al-Burhan se alió con Mohamed Hamdan Daglo (alias ‘Hemedti’); el líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) para formar un gobierno que buscaba garantizar hacia la transición democrática.

Los enfrentamientos han estallado en la capital de Sudán, Jartum; y en otros lugares del país mientras poderosas facciones militares rivales luchan por el control, lo que aumenta el riesgo de una guerra civil en todo el país.
Foto: Cortesía.

Ambos eran amigos, soldados del ejército comandado por el entonces dictador Omar Al-Bashir, quienes firmaron con presión de la comunidad internacional un acuerdo preliminar en diciembre con grupos prodemocracia y de la sociedad civil.

De tal modo que, uno era el cronograma para que las FAR se integraran a las fuerzas armadas regulares, el segundo era cuándo el ejército estaría formalmente bajo supervisión civil.

Durante las negociaciones, las tensiones entre Al-Burhan y Hemedti se incrementaron. La disputa clave gira en torno a la forma en que las FAR se integrarían a las fuerzas armadas y quién tendría el control definitivo sobre los combatientes y las armas.

Asimismo, en marzo, ‘Hemedti’ criticó a Al-Burhan, diciendo que la cúpula militar no estaba dispuesta a renunciar al poder. La fricción llegó a un punto crítico por un plan respaldado internacionalmente para lanzar una nueva transición con partes civiles.

Las FAR comenzaron a emplazar fuerzas el miércoles alrededor del pequeño poblado de Merowe, al norte de la capital. La zona cuenta con aeropuerto de gran tamaño, ubicación céntrica y una presa hidroeléctrica río abajo sobre el Nilo.

Al día siguiente, las FAR también enviaron más efectivos a la capital y otras áreas del país, sin el consentimiento de los jefes de las fuerzas armadas.

Los enfrentamientos han estallado en la capital de Sudán, Jartum; y en otros lugares del país mientras poderosas facciones militares rivales luchan por el control, lo que aumenta el riesgo de una guerra civil en todo el país.
Foto: Cortesía.

Cabe mencionar que, cuando estallaron los combates el 15 de abril, ambos bandos culparon al otro de provocar la violencia. El ejército acusó a las FAR de movilización ilegal en los días anteriores y, mientras; los paramilitares se desplazaban por sitios estratégicos clave en Jartum, dijeron que el ejército había tratado de tomar todo el poder en un complot con los leales a Al-Bashir.

Miles de personas huían de la capital de Sudán al arreciar los combates entre el ejército y los paramilitares este miércoles; que dejaron por el momento cerca de 200 muertos.

¿Cómo comenzó y qué sabemos del riesgo de una guerra civil?

Las perspectivas para que haya un alto al fuego inmediato parecen ser escasas. Al-Burhan y Hemedti se han negado a ceder en sus posiciones; exigiendo que el otro sea el que se rinda. La naturaleza intensa de los combates también podría hacer más difícil que los dos generales regresen a la mesa de negociaciones y podría desencadenar en más combates.

A medida que se desarrollaba el plan para una nueva transición, ‘Hemedti’ se alineó más estrechamente con los partidos civiles de una coalición; las Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FFC), que compartió el poder con los militares entre el derrocamiento de Omar Al-Bashir y el golpe de 2021. Su grupo paramilitar durante años estuvieron involucradas en acciones represivas brutales durante disturbios tribales y marchas prodemocracia.

Aunque el ejército de Sudán tiene recursos superiores, incluido el poder aéreo, las FAR se expandieron a una fuerza estimada en 100 mil hombres; que se habían desplegado en Jartum y sus ciudades vecinas, así como en otras regiones, aumentando el espectro de un conflicto prolongado; por encima de una economía en crisis desde hace años y necesidades humanitarias existentes a gran escala.

Por otro lado, el ejército sudanés controla la mayor parte de la economía del país, pero las FAR manejan áreas destacadas de la minería de oro; una fuente crucial de ingresos para el poderoso grupo.

Los paramilitares pueden aprovechar el apoyo y los lazos tribales en la región occidental de Darfur; donde surgió a miliacia y que lucharon junto a las fuerzas gubernamentales para aplastar a los rebeldes en una guerra brutal; que se intensificó después de 2003.