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Aunque las penas impuestas a Pelicot y algunos de los coacusados son severas, muchos argumentan que el sistema judicial aún no protege adecuadamente a las víctimas
FRANCIA.- Un tribunal en Aviñón condenó el 19 de diciembre de 2024 a Dominique Pelicot a 20 años de prisión por abusar sexualmente de su esposa, Gisèle Pelicot, durante casi 10 años. La sentencia, la máxima solicitada por la fiscalía, ha generado controversia, ya que las condenas para los 50 coacusados involucrados en el caso fueron menores.
Pelicot, de 72 años, fue hallado culpable de drogar repetidamente a su esposa con ansiolíticos entre 2011 y 2020, para someterla a violaciones y otros abusos. Además de sus propios abusos, facilitó la participación de más de 50 hombres, a quienes contactó en línea, quienes también abusaron de Gisèle. El caso está considerado uno de los más graves por su duración y el número de agresores.
De los 51 acusados, 46 resultaron culpables de violación, dos por intento de violación y otros dos por agresión sexual. Las penas impuestas a estos hombres oscilaron entre 3 y 15 años de prisión, menores a las solicitadas por la fiscalía, que pedía entre 4 y 18 años para algunos coacusados. Esta decisión ha provocado descontento entre las organizaciones feministas y familiares de las víctimas, que consideran que las penas no son suficientes.
BREAKING: All of the 51 defendants have been found guilty in the historic Gisele Pelicot mass rape case.
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— Sky News (@SkyNews) December 19, 2024
Durante la lectura de la sentencia, Dominique Pelicot se mostró visiblemente afectado, mientras que Gisèle, quien se ha convertido en un símbolo de valentía, observó detenidamente a los acusados.
Tras el veredicto, agradeció el apoyo de las mujeres que la respaldaron durante el juicio y declaró:
“Este proceso ha sido sumamente difícil, pero pienso en mis hijos y en todas las familias afectadas por este drama. Quiero que todas las víctimas, conocidas y desconocidas, sepan que compartimos la misma lucha”.
Gisèle es aclamada por enfrentarse públicamente al juicio y rechazar su realización a puerta cerrada, lo que permitió visibilizar su caso. Su testimonio ha sensibilizado sobre la magnitud de la violencia sexual y ha alentado a otras víctimas a buscar justicia.
El caso ha desatado un debate sobre la respuesta judicial ante los abusos en Francia. Aunque las penas impuestas a Pelicot y algunos de los coacusados son severas, muchos argumentan que el sistema judicial aún no protege adecuadamente a las víctimas y no trata los abusos con la gravedad que merecen.