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La falta de claridad sobre posibles cargos criminales contra los responsables ha generado dudas sobre el compromiso de las autoridades para garantizar justicia en este caso.
ESTADOS UNIDOS.- Un nuevo caso de brutalidad y golpiza policial ha sacudido a Nueva York y generado indignación en todo el país. Robert Brooks, un hombre afroamericano de 34 años, murió el pasado 9 de diciembre tras ser brutalmente golpeado por 13 oficiales blancos y una enfermera en la enfermería de la prisión a la que había sido trasladado recientemente.
Un video del ataque, grabado de manera anónima, se hizo viral y muestra los momentos de la agresión, aunque no tiene sonido.
La familia de Brooks ha exigido justicia, declarando que su muerte es un acto inaceptable de racismo y abuso de poder. Brooks cumplía una condena de 12 años desde 2017 y fue trasladado a esta prisión días antes del ataque. Menos de 24 horas después de la golpiza, fue declarado muerto.
En EEUU, carceleros de la prisión de Marcy, en Nueva York, que ya tenia reportes previos de racismo y tortura, apalizaron hasta la muerte a un prisionero negro llamado Robert Brooks.
Brooks murió al día siguiente debido a las heridas provocadas por los sicarios con placa… pic.twitter.com/UtpL8sAr6l
— Daniel Mayakovski (@DaniMayakovski) December 29, 2024
Según un examen médico preliminar, Brooks falleció por asfixia causada por compresión del cuello, una acción que no fue autoinfligida, sino causada por otra persona. La autopsia oficial aún no se ha dado a conocer.
Los 13 oficiales y la enfermera involucrados han sido separados de sus cargos mientras la Fiscalía General de Nueva York investiga el caso. La fiscal general, Letitia James, aseguró que su equipo está realizando una revisión exhaustiva de las pruebas, pero no mencionó si los responsables enfrentarán cargos criminales. “Como fiscal general, tengo la responsabilidad de garantizar transparencia y rendición de cuentas. Mi más sentido pésame a la familia de Robert Brooks”, expresó James en un comunicado.
Este caso es uno más en una larga lista de incidentes de brutalidad policial en Estados Unidos, especialmente contra personas afroamericanas. Las imágenes del video han generado indignación nacional y renovado las demandas de reformas para prevenir estos abusos.
La familia de Brooks insiste en que los responsables sean procesados. “Queremos justicia para Robert. Su vida no debió terminar de esta manera, y los culpables deben pagar por lo que hicieron”, declararon.
La Fiscalía continúa investigando los hechos y recopilando pruebas. Sin embargo, la falta de claridad sobre posibles cargos criminales contra los responsables ha generado dudas sobre el compromiso de las autoridades para garantizar justicia en este caso. La atención pública se mantendrá en este caso mientras se esperan los resultados de la autopsia oficial y las acciones legales que puedan seguir.