Vacunación

Juan Carlos Ramos León.
Juan Carlos Ramos León.

Hacia finales del año pasado se anunció, para regocijo de toda la población mundial, la inminente llegada de la tan anhelada vacuna contra el Covid-19. Todos nos llenamos de optimismo y le empezamos a ver orilla a esta espantosa crisis. Pues ya se ha empezado a aplicar en nuestro país, como en otros. Con mayor … Leer más

Hacia finales del año pasado se anunció, para regocijo de toda la población mundial, la inminente llegada de la tan
anhelada vacuna contra el Covid-19. Todos nos llenamos de optimismo y le empezamos a ver orilla a esta espantosa
crisis.

Pues ya se ha empezado a aplicar en nuestro país, como en otros. Con mayor o menor eficacia, pero el hecho de que
ya todos conozcamos que algún familiar o amigo cercano la haya recibido ayuda a conservar ese optimismo y, por qué no decirlo, esa esperanza de que todo esto comience a pintar aunque sea un poco mejor.

Sin embargo, la llegada de esta vacuna también ha puesto en evidencia muchas cosas que, si bien ya sabíamos, más de alguno conservábamos la ilusión de que se hubieran superado debido a esta amarga experiencia. No fue así. Lamentablemente es posible constatarse de que seguimos siendo terriblemente egoístas, corruptos y, al final,
inhumanos.

Todos hemos vivido esta crisis con miedo. Miedo a enfermarnos, a morir, o por lo menos a quedarnos sin trabajo.
Pero cuando escribo todos es TODOS. Y si ya se han establecido las prioridades en el plan de vacunación yo creo que es justo que así se respete porque queda claro que aquello no está sucediendo: primero los que están para velar por la salud de los enfermos y luego los más vulnerables. En ese orden.

Nos toca a todos salir de esta pero de poco sirve hacerlo si nos colamos en la fila a codazos. La situación va a mejorar en el momento en que todos hayamos sido vacunados.

Anda por ahí la noticia de que un alcalde se vacunó y luego organizó su propia fiesta de cumpleaños. Ese es el ejemplo exacto de lo que no debería de suceder: ni es personal de primera línea, es un servidor público que se aprovechó de ello y luego convocó a una reunión social. En verdad ¿no aprendimos nada?

Pongamos, entonces, nuestro empeño en que el gobierno responda con contundencia y que las cosas fluyan lo más rápido posible para que la así llamada “inmunidad de rebaño” llegue pronto, con la participación de todos, empezando por respetar a los demás.




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