Mi delito… Salir unos días

Ivonne Nava García
Ivonne Nava García

Una familia decide pasar unos días de descanso en otra ciudad. Mientras tanto unos jóvenes, vecinos de una colonia cercana usaban carretillas para “acarrear” objetos, ropa y valores de esta familia. Al regresar de vacaciones se encuentran con su casa en desorden, con muchos faltantes, puertas y ventanas abiertas. Novedades No se puede explicar lo … Leer más

Una familia decide pasar unos días de descanso en otra ciudad. Mientras tanto unos jóvenes, vecinos de una colonia cercana usaban carretillas para “acarrear” objetos, ropa y valores de esta familia. Al regresar de vacaciones se encuentran con su casa en desorden, con muchos faltantes, puertas y ventanas abiertas.

Novedades

No se puede explicar lo que se siente cuando regresas a tu casa y ves que algo no está bien. Sentía entre miedo y coraje. Llegamos tarde y cansados del viaje. Cuando vimos dos ventanas rotas y la puerta del patio abierta, me imaginé lo peor.

Desagradable sorpresa

No sabía si llamar a la preventiva o entrar. Opté por entrar. Cuando quise encender la luz, no prendía. Fui a la caja de fusibles y estaba abajo. O sea que habían bajado la luz adrede. Regresé para ingresar y le dije a mi señora que se esperara en el carro con mis hijos. Agarré un ladrillo para defenderme por si había alguien adentro.

No encontré a nadie. Fui a cerrar la puerta del patio y lo primero que noté es que las bicicletas no estaban. Me fijé bien. Y me di cuenta de que los cilindros para el gas se los habían llevado y hasta la tubería que daba para el boiler.

En la sala teníamos una pantalla medianita como de 36 pulgadas. Ya no estaba. Fui a la cocina y el microondas también se lo habían llevado. Movieron el “refri” yo creo se lo querían llevar. Subí a las recámaras. Nos dejaron sin ropa. Se llevaron las poquitas alhajas que tenía mi mujer ahí. Otra pantalla y el DVD. La televisión de mis hijos. Su aparato de video juegos, la ropa de ellos. Todos los juguetes.

Mina de oro

Antes de irnos de vacaciones a mi mujer le habían entregado un dinero que le correspondía de la venta de un terreno que era de ella y de mis cuñados. No era mucho 115 mil pesos, nada más. Le dije que ese dinero era mejor meterlo al banco. Pero en la casa teníamos un lugar “seguro” para guardar dinero.

Dieron con él y se llevaron ese dinero y unos pagarés que teníamos ahí guardados. En eso estaba cuando escuché a mi mujer platicando con una vecina. Ella fue a decirnos que vio a unos tipos que llevaban cosas en una carretilla y que le dijo que a donde llevaban eso y le respondieron que nosotros les habíamos regalado esas cosas.

Que ella le avisó a la preventiva pero que cuando llegaron ya no estaban. Pero que sí sabía quiénes eran y que los había visto cerca de ahí.

Investigación

Al día siguiente, nos pusimos a buscar nuestros muebles y ropa para dar con los ladrones. Fuimos a la otra colonia y empezamos a preguntar. Así las cosas, que una señora nos dijo que una semana antes unos muchachos le habían vendido un cilindro de gas en 300 pesos.

Nos dijo quiénes eran y así nos fuimos preguntando. Otros vecinos, señalaron que vieron a un grupo de muchachos los cuales traían las cosas en una carretilla. Seguimos preguntando para saber quiénes son y nos dijeron de un muchachillo como de 17 años.

Descaro total

Llegamos a la colonia vecina. Empezamos a tocar puertas y la gente hasta nos enseñó las cosas, ropa, un traje que le habían vendido en 200 pesos, unos peluches. Dimos con uno de ellos, pero ya no hicimos nada nosotros. Fuimos a poner una denuncia. Ya sabíamos quienes habían sido. Y más que nada para recuperar el dinero.

Supimos que cuando los policías fueron hablaron con él y descaradamente dijo que efectivamente hacía como una semana, como a las once de la noche, él en compañía de otros dos. Se habían metido a mi casa.

Por la puerta de atrás y que cuando estaban ahí adentro procedieron a sacar diversas cosas como chamarras, joyas, herramientas, cilindros, muebles, bicicletas, juguetes, televisiones, pantallas, pero nunca dijeron del dinero.

Y que ya que los tuvieron afuera los escondieron para el día siguiente por la mañana comenzar a venderlos entre la gente de esa misma colonia. Dijo hasta a quienes y en cuanto estuvieron vendiendo todo.

Como si fuera algo muy normal. Toda la gente estuvo regresando las cosas. Pero el dinero que ellos obtuvieron por la venta de nuestras cosas estos canijos, se lo gastaron. Dijeron que en ropa, en un celular y en “pisto”.

Mentiras

Para lograr convencer a las gentes de que les compraran todo, decían que era por los problemas económicos que tenían. Y daban lástima porque vendían los supuestos juguetes de sus hermanitos.

Entre la ropa iba mucha nueva porque mi mujer vende. Ellos la vendían diciendo que la había traído unos de los hermanos de estos muchachos del otro lado y que era porque su mamá estaba enferma y necesitaban el dinero. Una gente les decía que no querían las cosas y se las dejaban en empeño.

Dinero

Antes de irnos de vacaciones a mi mujer le habían entregado un dinero que le correspondía de la venta de un terreno que era de ella y de mis cuñados. No era mucho 115 mil pesos, nada más. Le dije que ese dinero era mejor meterlo al banco. Pero en la casa teníamos un lugar “seguro” para guardar dinero.

Detenidos

Por fin los detuvieron y en el proceso penal. Mucha de la gente que les vendieron las cosas fueron de testigos.

Ellos también aceptaron lo de las cosas, pero del dinero nada. Pudimos comprobar que le habían dado ese dinero a mi señora, pero no pudimos comprobar que ellos lo hubieran agarrado porque en el lugar que lo dejamos no encontraron sus huellas.

Nos hicieron sentir como que nosotros estábamos inventando eso. Los muchachos dijeron que si se hubieran encontrado ese dinero para que hubieran andado vendiendo las “garras”.

Solo los procesaron por las cosas. No pudimos comprobar que ellos agarraron el dinero.

Convenio de pago

Dijeron que entre los tres nos pagarían el avalúo de lo que se llevaron y que ya no pudimos recuperar.
Hasta la fecha no nos han dado nada. Nos regresaron las cosas que les vendieron a los vecinos. Pero cosas grandes ya no se recuperaron.

Consejos para evitar ser víctima

  1. Arregla, renueva o instala chapas y pestillos de puertas y ventanas.
  2. Solicita a familiares o vecinos de tu absoluta confianza que recojan tu correspondencia y mantengan la puerta libre de propaganda o diarios que al acumularse revelan que la casa está sola.
  3. Proporciona a un familiar o vecino de confianza, llaves de tu domicilio para usarlas en caso de emergencia o para que revisen que todo se encuentre en orden.
  4. Entrégale un número telefónico al cual te puedan llamar en caso de emergencia.
  5. Nunca dejes grabados en tu contestador telefónico, mensajes en los que indiques que te encuentras de viaje.
  6. En caso de robo, si sospechas que los delincuentes pudiesen encontrarse aún dentro del domicilio no ingreses y llama a la policía.
  7. No toques nada, no muevas nada, no limpies ni recojas nada en el lugar, trata ante todo de preservar el sitio tal y como lo encontraste.
  8. No publiques en tus redes sociales que irás o estás de viaje, lo puedes hacer ya que estés de regreso.




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