Mi delito… proteger a mi hermana

Historias de Lobos.
Historias de Lobos.

Una familia sufre la lamentable pérdida de ambos progenitores. Un accidente automovilístico cambió la historia de esta familia desde hace seis años. Los hijos se ven en la necesidad de salir adelante solos. Afortunadamente ya no eran menores de edad a excepción del más joven que al momento de perder a sus padres tenía 14 … Leer más

Una familia sufre la lamentable pérdida de ambos progenitores. Un accidente automovilístico cambió la historia de esta familia desde hace seis años.

Los hijos se ven en la necesidad de salir adelante solos. Afortunadamente ya no eran menores de edad a excepción del más joven que al momento de perder a sus padres tenía 14 años.

Desde ese momento y hasta la fecha ha estado constantemente en problemas judiciales, hasta el grado de perder su libertad por lesiones calificadas.

Su historia

Cuando se murieron mis jefecitos, fue muy difícil para mí. Mis carnales ya estaban casados y mi hermana ya mero se casaba también. Todos tenían una vida ya hecha. Yo me quede solo en la casa y la tristeza todavía no se me quita.

Mi hermana siempre estaba al pendiente de mí pero la mayor parte del tiempo estaba solo. Deje de ir a la escuela, me levantaba muy tarde y me salía a la calle.

Nomás andaba de vago. Nunca me faltó la comida, de eso nada. No me quise ir a vivir con mis hermanos porque los hombres viven en el norte y está muy difícil para que me pasaran.

Mi hermana se juntó con uno que le dicen el “Natan”, ese bato no me gustaba para mi carnala porque es un marihuano y no tiene ni trabajo. Mi hermana se iba a casar con otro de la comunidad del “Saucito” pero llegó este bato y se la robó.

Ellos ya habían sido novios y el bato se había ido a trabajar a Los Ángeles, de ahí llegó enviciado, se hizo marihuano”.

Comenzaron los problemas

“Le llamé a mis hermanos para decirles lo que había pasado y el mayor dijo que iba a venir en cuanto juntara para que lo pasaran. Para esto, mi hermana se lo había traído para la casa.

Yo también vivía ahí y cuando llegó mi hermana con su bato, no pensé que fuera para quedarse.

Llegaron temprano y yo me salí. Con el “Natan” yo tenía broncas, cuando tenía como 8 años me quiso hacer “cochinadas”, yo nunca le dije nada a nadie.

Si me acuerdo, porque yo andaba con mis amiguillos, andábamos jugando en un potrero a matar lagartijos a pedradas, ahí también había un silo.

El “Natan” andaba en el silo y nos habló, dijo que fuéramos porque nos iba a enseñar algo.

Fuimos a ver qué y este empezó a decir que si no queríamos dinero, que él nos daría dinero si le hacíamos “algo”.

Le decíamos que nos dijera que y en eso se bajó el pantalón y nos dijo que le hiciéramos con la boca.

Yo lo mandé con groserías a la fregada y jalé a mi amigo y nos fuimos corriendo. Desde entonces yo le agarré mucho coraje al morro”.

Pleitos

“Siempre le sacaba la vuelta porque después de que pasó lo del silo a mi amigo y a mí nos amenazó que si decíamos algo nos iba a cargar la fregada.

De morrillo si me daba miedo de que me fuera a hacer algo, pero ya cuando empecé a crecer el miedo se me fue quitando y si lo enfrentaba y el joto corría.

Tuvimos varios pleitos, unos a palabras y otros si llegamos a darnos una revolcada, pero luego, luego nos separaban porque sabían que yo si le traía ganas.

La primera vez que si le puse en su madre fue cuando se hizo novio de mi hermana. Los vi agarrados de la mano en el potrero y no aguanté el coraje y me le dejé ir. Mi hermana me gritaba que lo dejara, pero yo quería matarlo.

En ese entonces tenía como 16 y mis jefes ya no estaban.

Yo sabía que tenía que ver por mi hermana aunque ella fuera más grande que yo.

Esa vez que me lo fregué le di con una piedra pero no le hice nada porque me lo quitaron.

Mi hermana estaba muy molesta conmigo y dejó de hablarme, me echaba la culpa de que su novio la había dejado para irse para el otro lado y yo creo que sí porque ya lo tenía azorado.

Para mi suerte crecía más que él y fácil le ponía en su madre, le perdí el miedo una vez que lo vi chillar y me decía que ya no le pegara. Para mí era bien joto y no quería que tuviera nada que ver con mi hermana”.

Regresan los problemas

Después de eso el “Natan” se fue al otro lado a trabajar y mi hermana le lloraba, pero se le fue pasando.

Yo nunca me fije que le mandara cartas o algo, ni había vuelto a saber nada de él.

Mi hermana se hizo de otro novio y ya tenía planes de casarse.

Para las fiestas del pueblo que son en agosto nos enteramos que el “Natan” regresó. En esas fechas todos andamos borrachos.

Llegan los que viven en el otro lado y en donde quiera hay fiestas, mis hermanos también vinieron porque mi hermana se iba a casar 15 días después”.

Todo se salió de control

“El mero día de la fiesta del pueblo hubo un baile. Nos fuimos para el cotorreo mis hermanos, sus mujeres y yo, mi hermana iba a ir con su futuro marido, pero se iban a ir aparte.

Mis hermanos dijeron que antes de llegar al baile no echáramos unas frías para llegar ya entonadillos al baile. Anduvimos echando cheve, dando la vuelta en la camioneta de mi hermano.

Duramos como unas dos horas. De ahí nos fuimos para el baile yo ya sabía que ahí iba a andar el “Natan” y yo iba pensando en cómo me lo iba a fregar.

Yo ya andaba pedo y nomás necesitaba un pretexto para explotar y partirle su madre. Llegamos al baile y mis carnales me dicen “¿con quién anda bailando ésta?”, les digo quién y me dicen pues la piruja de tu hermana. En eso volteo a buscarla y la alcanzo a vwer que andaba bailando con el “Natan”.

Me empiné la chela que me estaba tomando y lo único que pensaba era en fregármelo. Me acabe la chela y agarré el envase del cuello y lo azoté contra el piso.

Me llevé el envasé roto porque yo no cargaba ni cuchillo ni revólver.

Iba cegado por la furia, solo veía al “Natan” con mi hermana. Llegué a donde estaban ellos y en eso el “Natan” me dio la espalda y yo le agarré un brazo para jalarlo y voltearlo para conmigo, pero de repente se hizo el pleito.

Dicen que yo le di con la botella en la cara pero eso no es cierto, otros que también le traían coraje le dieron con una navaja en el cachete”.

Dijeron que lo mataron

Yo nomás vi mucha sangre y me retiré de ahí. Escuché a uno que le dicen el “Tuerto” que decía que ya habían matado al “Natan”. Mejor me fui de ahí.

Mi hermana me denunció

Mis hermanos se acercaron y me dijeron que nos fuéramos de ahí.

Fuimos hasta donde estaba la camioneta de mi hermano y cuando íbamos para allá vimos que llevaban al “Natan” entre dos y también me fijé que había mucha sangre.

No sé para donde lo llevarían porque ahí en el pueblo no hay hospital, ahí supe que no se había muerto.

Días después llegaron los policías a mi casa, nomás me preguntaron mi nombre y me dijeron que los acompañara sin resistirme porque tenían una orden de aprehensión por intento de homicidio y que mi hermana era la que me había denunciado.

Mi hermana dijo que yo llegué y lo ataqué con la botella y que le corté la cara y los brazos, que ella trató de defenderlo y que también la corté en los brazos.

Eso no es cierto, se hizo el pleito y me quieren culpar a mí.

Si se muere o queda marcado de por vida se lo merece y no le hace que yo esté en la cárcel. Lo bueno es que mi hermana no se va a quedar con él.

Mis hermanos quieren arreglar y pagarle pero no se da. Mi hermana ya ni se casó con el que era su novio porque se supo que ese día del baile se iban a ir para el otro lado y el que era su novio ya no la quiso.“ Llegaron los policías a mi casa, me dijeron que los acompañara porque tenían una orden de aprehensión por intento de homicidio y que mi hermana era la que me había denunciado ”




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