Mi delito… defenderla

Historias de Lobos.
Historias de Lobos.

Los hechos a grandes rasgos Una mujer de poco más de 25 años fue golpeada brutalmente en un cuarto de un hotel en un municipio del sureste del estado. Su casual acompañante fue acusado y detenido cuando a su decir trató de brindarle ayuda. Las investigaciones lograron dar con el responsable de este lamentable hecho. … Leer más

Los hechos a grandes rasgos

Una mujer de poco más de 25 años fue golpeada brutalmente en un cuarto de un hotel en un municipio del sureste del estado. Su casual acompañante fue acusado y detenido cuando a su decir trató de brindarle ayuda. Las investigaciones lograron dar con el responsable de este lamentable hecho.

La versión del detenido

-A esta chava no la conocía bien. Ella llegó de Monterrey a trabajar como sexoservidora aquí. -La había visto unas dos o tres veces trabajando en la barra de una fonda. -Ese día esta chava se puso a bailar en la barra. Y ya sabe, era de esas que bailaban para conseguir clientes. -Le dije que si se iba conmigo y ella me dijo que sí. Que si quería con cuarto eran 135 pesos más. -Yo sabía que cobraba como 400, más el cuarto, más las cervezas. Tenía que ser un six que se compraba en la fonda para cada uno. -De ahí nos fuimos cuando acabó su turno. Me dijo que ella ya tenía hotel, pero yo ya sabía en dónde se quedaba porque en ese hotel sólo van muchachas de esas.

-Sí entré al cuarto del hotel en compañía de la muchacha, pero sólo con la intención de que esta me vendiera sus servicios.

-Pero no habían transcurrido ni 5 minutos cuando al cuarto entró un vato del sexo masculino alto, de complexión regular, el cual empezó a discutir con la muchacha.

-Le pedía a gritos que le diera la droga y su dinero.

-No sé cuánto dinero, pero yo me empecé a enojar y le dije al vato este ‘qué onda, qué traes’, es mi hora y te la estás gastando, cuando acabemos le pides lo que quieras a la vieja.

-Él me aventó contra la pared, pero trastabillé con una mesita que había ahí y me golpeé en la cabeza. Yo no me podía mover porque andaba muy tomado y con el trancazo quedé como noqueado.

-Yo miré que el vato agarró un tabique que estaba ahí o no me fijé si ya lo traía en la mano cuando entró, pero con ese le dio a la muchacha.

-Ella le había dicho que fuera luego por sus cosas, que la dejara sacar el dinero; se hicieron de palabras y gritos.

-Fue ahí donde este vato la arremetió contra la muchacha. Yo la quería ayudar porque aparte del ladrillazo, le siguió pegando.

-Yo quería ayudar a la muchacha, pero no me pude parar. Cuando el sujeto se salió del cuarto me acerqué a la muchacha para auxiliarla, pero en ese momento entró al cuarto una persona del sexo masculino, me sujetó y llegaron más personas las cuales me golpearon.

-Llamaron a la policía y me detuvieron. Dijeron que yo la había golpeado, pero eso no es cierto. -Yo estaba agachado ayudándola y ellos dijeron que me vieron golpeándola.

-Ese señor que me agarró fue al que yo le pagué lo del cuarto y casi acabábamos

de llegar cuando sucedieron las cosas-.

Mintieron

-Cuando llegaron los policías este señor dijo que la puerta estaba atrancada por dentro y que él había subido al cuarto porque los inquilinos de otro cuarto le habían dicho que se escuchaban muchos gritos de hombre y de mujer.

-Pero no es verdad que la puerta haya estado atrancada, es más, estaba abierta porque apenas habíamos entrado.

-Yo pienso que ese vato ya la estaba esperando. Dijeron en sus declaraciones

también que yo estaba golpeándola y no es verdad, sólo quería ayudarla.

-Mire cómo serán que no es cierto que yo le haya dicho a los policías que me detuvieron, que la muchacha se cayó porque se puso histérica y se lastimó así de feo.

La voz del encargado del hotel

Un hotel fue el escenario de la agresión. |Foto: Cortesía

-Era para la víspera del 16 de septiembre, ya casi para dar el grito. Llegó esta muchacha que le decían La Regia.

-Ya tenía como 15 días hospedándose en el hotel. Es de esas muchachas que llegan por temporadas y luego se van.

-Ella entraba y salía con varios al día. Ese día llegó acompañada de este hombre.

-Como a la media hora de que subieron del interior del cuarto se escuchaban gritos de ella.

-El hotel está chiquito y así a gritos sí se escucha en la recepción. Subí y al momento en que quise abrir la puerta se encontraba atrancada, bajé por las llaves porque se seguían escuchando muchos gritos de los dos y no atendían a los toquidos.

-Cuando abrí la puerta vi que la muchacha estaba como desmayada, tirada en el suelo y el hombre que la acompañaba estaba agachado golpeándola.

-Me le dejé ir y lo agarré de la espalda por los hombros y lo saqué del cuarto.

Los otros inquilinos me ayudaron a detenerlo. -Le llamamos a la ambulancia porque esta chica no respondía y estaba llena de sangre de su cara. Se le veía una

cortada muy grande y abierta la piel de la cabeza.

-También llegó la policía y se llevaron a la muchacha a Aguascalientes y al otro al bote detenido.

-Yo no me fijé si tenía un arma, pero sí me fijé que estaba un tabique que tenía como sangre. Tampoco puedo decir si con eso le pegó.

-Lo que sí escuché bien es que él le reclamaba 200 pesos. Le decía que le devolviera su dinero que en eso no habían quedado, que le devolviera el dinero o que le cumpliera.

Pero no sé a qué se refería con eso. Nunca vimos salir a nadie del cuarto corriendo ni caminado como lo dice él. -Sí es cierto que se veía muy borracho, pero eso ya es normal con los clientes que llegan al hotel. Días después me enteré de que sí había un sujeto que dicen le pasaba drogas a esta chava y otros dijeron que era su ‘padrote’.

La voz de la muchacha

-Ese día que no recuerdo qué día era exactamente, me encontraba muy tomada y drogada y no me acuerdo de muchas cosas.

-Sólo me acuerdo de que el chavo que metieron a la cárcel y que dicen que me golpeó, no es el que me dañó.

-Este chavo era mi cliente y sí me acuerdo de que le iba a cobrar 400 pesos porque eso es lo que cobro por servicios de una hora y lo del cuarto él lo pagó.

-Yo tenía unos problemillas con un compa que conocí en El Paso. Y es porque él decía que era mi ‘cuidador’ y quería que le pasara comisión.

-Pero yo no le quería dar dinero. Por eso me vine de Monterrey. Yo trabajaba ahí, pero este compa me acosaba allá.

-Se vino a seguirme, me decía que yo era una mina de oro. Este compa es alto, flaco y está pelón.

-Ya no volvimos a saber de él porque yo pienso que creé que me mató. Porque ese día llegó a reclamarme el dinero del día y le grité que se fuera a la fregada. De ahí sólo me acuerdo de que me pegó con una piedra en la cara y en la cabeza y ya no me acuerdo de nada porque me desmayé.

-Me dijeron en el hospital que tuve mucha suerte de estar viva, pero la cicatriz de la cara sólo con cirugía plástica se me va a quitar.

-Me quedaron convulsiones porque por el golpe y la fractura de la cabeza me dio epilepsia y que esa ya no se me va a quitar. Casi pierdo el ojo también, ya casi no veo de ese ojo, pero al menos lo conservo.

-Tengo mucho miedo porque supe que estoy embarazada y los doctores dicen que la medicina para las crisis es muy peligrosa para el bebé y que hasta con deformidades pudiera nacer.

-Yo no quiero nada en contra de nadie. Menos en contra del que está detenido porque estoy segura de que él no fue porque era mi cliente.

-Del otro mejor ya no saber nada porque ahora sí termina lo que empezó.

En cuanto pase esto me voy a ir para la frontera.




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