Mi delito…Defender a mi hermano

Ivonne Nava García
Ivonne Nava García

Hace 19 años, por el cobro de una deuda ajena ocurrió un altercado en donde un hombre perdió la vida y otro resultó herido. Casi 20 años después, detuvieron al presunto responsable. Las circunstancias de los hechos y las características personales de cada uno de los involucrados fueron factores determinantes para que estos hechos sucedieran. … Leer más

Hace 19 años, por el cobro de una deuda ajena ocurrió un altercado en donde un hombre perdió la vida y otro resultó herido. Casi 20 años después, detuvieron al presunto responsable. Las circunstancias de los hechos y las características personales de cada uno de los involucrados fueron factores determinantes para que estos hechos sucedieran.

Los hechos desde la voz del detenido

Recuerdo que era un domingo por la mañana, nos dirigíamos al rancho de mi hermano. Ese rancho teníamos poco tiempo de tenerlo, pretendíamos hacerlo crecer y teníamos un capataz que se encargaba de hacer los pagos y contratar a la gente que se requería.

Él fue quien contrató a un hombre llamado Gonzalo y a más trabajadores para que construyeran una casa para mi hermano. Yo no tenía trato con los trabajadores, solo con el capataz de vez en cuando.

 Un día antes, o sea el sábado, mi hermano le dijo al velador que ocupaba cambiar una camioneta por una más nueva y se quedaron de ver en Las Arsinas. Nosotros nos fuimos a Las Arsinas para esperar al velador, ya que vivíamos en Zacatecas. Llegamos ahí, entonces nos paramos a la orilla de la carretera. En el sentido hacia Zacatecas. El velador llegó al poco rato y cuando mi hermano le estaba dando indicaciones, vimos que llegó el albañil que había contratado el capataz y dos personas más. Ese albañil estaba construyendo la casa, pero me había comentado mi hermano que esa obra no iba bien, porque habían hecho una cisterna y al vaciarle agua se le salía y unos muros de la casa se habían cuarteado, nos sentimos incómodos.

El albañil, le dijo a mi hermano que ocupaba dinero y mi hermano le dijo que el capataz se hacía cargo de los pagos. De todas maneras mi hermano accedió a darle dinero, pero no recuerdo si en un día más o una semana más. También mi hermano le dijo de las cosas que habían quedado mal y el albañil se comprometió a arreglarlas.

Se puso agresivo

Una de las personas que lo acompañaban se disgustó y comenzó a insultar a mi hermano con palabras altisonantes, para luego pasar a una agresión con golpes, sacó una navaja para agredir a mi hermano; él no era trabajador de mi hermano.

Mientras que el albañil corrió a su camioneta a sacar algo, yo me percaté de eso porque estaba como a 2 metros de su camioneta y me doy cuenta de que se trata de un arma y sin pensarlo me le dejo ir encima, pensando que nos quería matar; empecé a forcejear con él para quitarle la pistola, no era muy grande, le trataba de apretar de la muñeca para que la soltara. En eso dio dos  o tres disparos tratando de darle a mi hermano, luego me quería dar a mí, pero en su intento y con el forcejeo se disparó en su mano izquierda; no sé si tiró el arma o se le cayó, se acercó el velador y nos dijo que nos fuéramos.

 Los hijos de mi hermano, que en ese tiempo eran muy pequeños, y su esposa entraron en pánico. Al día siguiente nos enteramos de que la persona que agredió a mi hermano estaba hospitalizado debido a los disparos que le dio el albañil cuando forcejeamos. Mi hermano contrató a un abogado para que viera ese asunto, él nos decía que todo iba a bien. Le cobraba muy caro a mi hermano. Lo dejamos pasar, nosotros no somos de aquí, mi hermano ya no quiso seguir con el rancho y nos fuimos a vivir a otro lado. Yo terminé mi carrera e hice mi vida porque en esa época tenía 20 años. El día que me detuvieron, venía de paso. Yo nunca me imaginé, ni sabía que tuviera una orden de aprehensión, no sabía que ese señor se hubiera muerto.

La versión del trabajador

Ese día me encontraba en compañía de mi compañero, el que se murió. Me andaba acompañando para ir a cobrar un dinero que nos debían de una construcción; andábamos buscando al patrón del rancho, pero no lo encontramos en ese momento y nos dijo el velador que él lo iba a ver en un rato más, por eso nos fuimos todos para Las Arsinas del lado izquierdo. Ahí vimos al patrón y a su hermano, por lo que nos salimos de la carretera para poder platicar con ellos y plantearles el problema. Nos percatamos que en el vehículo se encontraba la familia del patrón.

Mi compañero y yo les dijimos que nos pagara el dinero que nos debía del trabajo que estábamos realizando en su rancho. Nos respondió que por el momento no podía pagarnos sino hasta el próximo miércoles. Entonces mi compañero se enojó y le reclamó por el hecho de tardarse para pagarnos, le dijo que ya era demasiado tiempo y que no tenía palabra, que era un poco hombre porque no cumplía lo que decía.

El patrón le dio una cachetada en la cara a mi compañero y en ese mismo momento el hermano del patrón sacó un arma de entre sus ropas y empezó a dispararle a mi compañero 3 veces. Yo me asusté y pensé que me iban a matar y en ese mismo momento me tiré al suelo. Empecé a rodar sobre el pavimento para evitar que me diera si es que me disparara. En ese mismo momento me disparó tres veces y me alcanzó a dar en la mano izquierda. El patrón le dijo a su hermano, vámonos, vámonos, luego llegó la policía y nos llevaron al hospital. Después se lo llevaron a un hospital de San Luis en donde se murió, creo que ya ni alcanzó a llegar.

La versión del patrón

Me quedé de ver con el velador de mi propiedad frente a la gasolinera de las Arsinas. Ya venía y le indiqué que se orillara a su derecha y yo hice lo propio a mi derecha. Nos orillamos, le di indicaciones, cuando me percato de que llega un trabajador de la obra que había contratado el capataz y viene acompañado de otras personas: se estacionan y se baja él, así como otros dos hombres e interrumpen la conversación que tenía con el velador y me forman un semicírculo.

El albañil me menciona que cuándo le voy a liquidar una cantidad que le adeudo; yo le contesté que no le iba a liquidar esa cantidad de 4 mil pesos hasta que corrigiera las fallas que dejó en las obras que hizo en la casa del rancho. Me pidió un plazo del primer miércoles de junio para solucionar dicho problema a lo cual yo accedí y me despedí del señor para continuar hablando con mi empleado. Un compañero que venía con él intervino de manera agresiva y grosera diciendo que era un “güey hijo de la chingada y que era muy poco hombre y que no tenía palabra”;  yo no tenía ningún asunto ni anterior, ni reciente de tratar con él… No era mi empleado y totalmente disgustado me dice que era un cabrón que no tenía huevos que me faltaba valor para responderle como hombre, se me fue encima e intentó golpearme en la cara, yo interpuse mi brazo. Sentí otro golpe y en un tercer intento echó mano a una navaja que traía en un estuche en su cinturón, en ese momento escucho a mis espaldas tres disparos, pero no supe que pasó, veo que el albañil corre rápidamente y se me vino encima a puñetazos; le asenté un golpe en el rostro y junto con mi hermano nos retiramos del lugar para proteger a mi familia. Nos fuimos de ahí. Después de eso, supe que el compañero del albañil había fallecido y contraté a un abogado para que se hiciera cargo del asunto.

Emoción violenta 

Es un trastorno mental transitorio, incompleto, emocional. En otros términos, se trata de un estado crepuscular emocional. Si bien expresa una severa alteración afectiva, ella no alcanza a constituir un estado de alienación mental.

Es una figura médico-forense que solo exige la intensa perturbación del psiquismo, sin necesidad de que eso suponga la pérdida de la comprensión de lo que se hace; o la imposibilidad de dirigir las acciones.

La emoción violenta encuentra siempre un punto de arranque en una de las tres tendencias afectivas primarias: 1) miedo, 2) cólera, 3) amor. Las tres circunstancias han sido admitidas como promotoras de una emoción violenta cuando se presentan los demás elementos integrados de la fórmula.

El homicidio producido en estado de emoción violenta opera como circunstancia de posible atenuación de la pena, no como causal de inimputabilidad.

Un hombre fue asesinado.



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