Plazuela del Refugio un espacio para tener paz y silencio

Este es un buen lugar para pasar la tarde en medio de la ciudad

ZACATECAS.- La capital de nuestro bello estado tiene muchos sitios por ofrecernos y, uno de los sitios favoritos para muchos está en las viejas vecindades del centro histórico, ya que su bella apariencia nos hace soñar con tiempos lejanos.

Rondando por las calles de estilo europeo, lleno de adornos y cantera, uno puede sentirse reconfortado del fuerte sol y descansar teniendo una bella vista de la ciudad, uno de los lugares predilectos es la Plazuela del Refugio.

Por si no conoce este callejón, éste se encuentra en la calle Félix U. Gómez en el Centro Histórico, este es  un callejón angosto de unos 15 metros que, al caminarlo, conduce hasta un pequeño ‘riconcito’.

En este espacio uno puede apreciar cómo impera la calma y se detiene el tiempo, y es que pareciera un pedacito de ciudad que se quedó atorado en los años de 1900.

En este espacio se levanta un árbol rodeado por una jardinera y unas bancas bajo la sombra que dan sus gruesas y densas ramas que, junto a las macetas con plantas y flores de muchos colores agradables para la vista.

Todo en conjunto ornamentan los balcones de las viviendas le da ese toque pintoresco al lugar.

Afortunados son los vecinos que tienen sus casas en este lugar idóneo para quienes buscan un momento de relajación si sus trabajos se lo permiten o también para los amantes de la lectura.

Cuando el clima es caluroso la plazuela es codiciada por quienes buscan un descanso y refrescarse con una bebida bajo la sombra de ese árbol; hay sentados en las bancas de meta y madera se pueden observar repartidores de refrescos, hormiguitas, estudiantes y parejas por ejemplo.

De noche, el toque romántico se lo ponen dos faroles que yacen en el centro de la plazuela y que con su luz melancólica pareciera como si tratara de un viaje al pasado cuando no existían las nuevas tecnologías.

Hasta antes de la pandemia por al Covid 19, muchos recorridos de las tradicionales callejoneadas tenían como parada obligada la Plazuela del Refugio que se llenaba de júbilo y algarabía al ritmo de la tambora y el mezcal.

Actualmente, el lugar luce un poco descuidado, debido a actos de vandalismo principalmente de grafitis y a pesar de ello no hay manera de quitarle su encanto.




Más noticias


Contenido Patrocinado