
Don Juan tiene más de 50 años en el oficio de tapizar muebles. / Foto: Carlos Montoya
El zacatecano tiene 50 años como tapicero, lo cual no ve como trabajo, sino como estilo de vida.
ZACATECAS.- ¡Qué necesita tapizar un sofá, una colchoneta o un sillón! No busque más, pues un tapizador muy profesional es don Juan Martínez Huerta, quien tiene más de 50 años en este noble oficio.
Don Juan tiene toda una vida haciendo este trabajo, pues empezó en el oficio de la tapicería desde muy pequeño y desde entonces esta práctica no la ve como un trabajo sino como un estilo de vida.
Lo anterior, porque la tapicería le ha dado todo lo que tiene y lo más preciado que tiene al día de hoy, su familia.
Quien le enseñó todo del oficio fue don José Hernández García (que en paz descanse); y es que en 1971, este hombre le dio empleo a un joven Juan y hasta le confió su negocio.
El taller de nombre Auto Tapicería Rayón estaba ubicado en la calle del mismo nombre en el Centro Histórico, donde la gente lo buscaba para renovar sus muebles.
Don Juan está eternamente agradecido con don José, a quien le da todo el crédito para ser el tapicero que ahora es.
En este taller, comenzó desmontando los tapices de salas, asientos de vehículos, sillas y muchos otros muebles, con los cuales se fue enseñando en el oficio utilizando herramientas muy básicas.
“Recuerdo que en ese tiempo el señor José me enseñó a destapizar los muebles, a rayar, moldear y cocer la tela para después montarla,” comentó un orgulloso don Juan.
Tal como lo platicó, con el paso de los años, don José invirtió parte de sus ahorros para independizarse y fue así que abrió su propio taller de tapizado al que bautizó con el nombre de Tapi Marro.
Lo anterior, porque es la unión de los apellidos Martínez y el de su esposa María del Carmen Rodarte. Fue así que el taller lo instaló en la colonia Buenavista, donde permaneció durante 28 años.
Y luego se tuvo que instalar en la mera calle Insurgentes del Centro Histórico, donde tiene más de 17 años trabajando en esto de la tapicería.
“Yo en realidad no trabajo, es mi vida esto, anteriormente trabajábamos rudimentario, la borra se suplió por hule espuma, el resorte de espiral por el de zig zag; antes usábamos cinta elástica”, comentó con nostalgia don Juan.
Y es que lo bueno de la tecnología es que las cosas se han vuelto más fáciles para don Juan y su trabajo, ya se puede hacer su trabajo rápido, pero con elementos de buena calidad.
Tal como menciona don José, antes usaban martillo con imán “y ahora todo es más fácil, con las engrapadoras industriales por ejemplo”.
Agregó que ser tapicero es de las satisfacciones más grandes que le ha dado la vida, pues le dio para formar una familia de cinco hijos.
Cuatro de los hijos de don Juan tienen carreras profesionales, mientras que otro siguió sus pasos y puso su propia tapicería.
Entre el montón de encargos que a don Juan le han quedado marcados en su memoria es en el Teatro Fernando Calderón.
En este lugar recordó cuando el entonces gobernador, José Guadalupe Cervantes Corona, llegó a supervisar las obras de remodelación y a los trabajadores les ordenó parar las labores y se los llevó a comer tacos al Mercado González Ortega.
Su talento como tapicero también lo ha llevado a trabajar para la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y varias guarderías públicas, donde ha prestado servicio en obras de remodelación.
A sus 63 años, don Juan Martínez Huerta es un muy orgulloso zacatecano que dice que la tapicería “es como la música, porque nunca se deja de aprender.”
Además, sentenció que él se quiere morir tapizado por amor al oficio que le ha dado tanto. Por ello, si quiere tapizar un mueble y dejarlo como nuevo, no dude en darse una vuelta a su talle de tapicería.
Don Juan atiende su negocio de lunes a viernes en un horario de 10 de la mañana a 3 de la tarde y los sábados de 10 de la mañana a 3 de la tarde.