
Mía cuenta cómo fue que entró a la industria de la pornografía.
Mía Khalifa cuenta sus grandes secretos, cómo fue que entró a la industra pornográfica. Las dificultades que ha tenido que pasar desde su llegada a EEUU.
CIUDAD DE MÉXICO.- Mía Khalifa revela sus más grandes secretos. Khalifa, jamás imaginó la infame popularidad que tendría años después de filmar porno durante unos meses a los 21 años.
La chica quería que fuera algo temporal y ganar un poco de dinero extra, pero la fama “le explotó en la cara”, aseguró en una entrevista.
Una simple búsqueda en internet con su nombre, genera 155 millones de resultados, la mayoría relacionados con sus videos. Como un simple objeto sexual, como ella considera que se le cataloga.
A sus 26 años, está a punto de casarse con el reconocido chef Robert Sandberg, y tienes varios proyectos personales. Sin embargo, en una entrevista sobre el tiempo que pasó haciendo cine para adultos, señaló lo que significó para ella su pasado. También cómo decidió entrar al mundo de la pornografía, lo que creía que era y lo que realmente fue.
Su familia se mudó de Líbano a Estados Unidos. Ella considera que creció como una joven con baja autoestima por la adaptación. En cierta temporada padeció de problemas de obesidad.
Cuando adelgazó 22 kilos se implantó prótesis mamarias para sentirse “más femenina” y comenzó a recibir atención masculina como jamás antes.
La actriz reveló que durante buena parte de su vida luchó contra el sobrepeso. Esta situación hizo que en muchos momentos se sintiera como una mujer fea o que no merecía la atención de los hombres.
Después de colocarse implantes casi de inmediato la joven comenzó a recibir atención masculina.
“Después de sentir cómo era esa validación y los cumplidos, no quería que eso acabara”, dijo.
Comenzó a estudiar historia en el primer año de universidad en Texas. Trabajó de camarera para pagar su carrera cuando se le presentó
“No fue ‘oye, ¿quieres meterte al porno?’. Fue más un ‘Eres hermosa ¿te gustaría modelar un poco? Sabes, tienes buen cuerpo y creo que estarías genial para modelar’ Cosas así” aseguró.
Ella nunca imaginó que nadie descubriera que estaba grabando videos pornográficos.
“Nadie sabe quiénes son y nadie las reconoce, quería hacerlo como mi pequeño y sucio secreto, pero me explotó en la cara”.
Solo fue al final de todo que ella logró comprender que sus acciones causaron la destrucción de su relación con sus padres, el desprecio de su familia y seres queridos, además su reputación también fue afectada.
Mía resume su experiencia como un acto de rebeldía con muchas lagunas mentales entre escenas. Según la actriz por la adrenalina que le traía hacer ese tipo de películas a pesar de las amenazas de muerte por parte de radicales islamistas.
Uno de los videos más populares y polémicos de Mía Khalifa fue en el que aparece con un hiyab, pañuelo islámico. Gracias a estas imágenes ella recibió serias amenazas de muerte por parte grupo terrorista Estado Islámico.
“Después de dejarlo, mi cuenta de Instagram fue hackeada por simpatizantes de EI (Estado Islámico), que publicaron propaganda por todas partes. Así que Instagram la eliminó y no me hice una cuenta nueva hasta un año después, cuando decidí aceptar mi destino como la infame ex estrella porno e intentar cambiar la narrativa”, contó.
“No soy muy amigable con Google y estamos tratando de cambiar eso. Lo primero que aparece es un sitio del que no tengo control, pero que desde el inicio está escrito en primera persona, como si fuera mío. Y en mi Wikipedia se publica como mi sitio web oficial. Y hemos intentado innumerables veces eliminarlo, incluso a través de acciones legales, pero la compañía no escucha. Y les hemos hecho innumerables propuestas”, refirió.
Pese a que Mia Khalifa ganó una enorme fama, su riqueza nunca llegó a ser tan grande como su popularidad. Mientras que los productores de sus videos ganaron millones de dólares, ella tan solo recibió 12.000 dólares por los seis videos que hizo.
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Hoy en día Mía reconoce abiertamente que cometió muchos errores en esa época y pese a que no fue una experiencia agradable, ella no se considera una víctima porque tomó sus propias decisiones.
“Quiero decir que me di cuenta de que algunos errores son imperdonables. Pero el tiempo cura todas las heridas y las cosas están mejorando ahora”, comentó Khalifa.