Un hotel debe brindar comodidad, higiene y si se desea hasta lujo, pero muchos propietarios en México han optado por resaltar otros detalles que se convierten en el principal motivo por el que los huéspedes acuden a ellos. Tubo Hotel En su sitio web no promete lujo pero si ser el “Hotel más padre de … Leer más
Un hotel debe brindar comodidad, higiene y si se desea hasta lujo, pero muchos propietarios en México han optado por resaltar otros detalles que se convierten en el principal motivo por el que los huéspedes acuden a ellos.
En su sitio web no promete lujo pero si ser el “Hotel más padre de México, está dentro de una huerta en Tepoztlán, Morelos y tal como lo dice su nombre, cada habitación es un enorme tubo.
Tiene dos edificios con regaderas privadas y cada cuarto o cabina es térmico, por lo que no tendrás que preocuparte por la temperatura.
Tiene una piscina con cavidad para muchas personas y además ofrecen clases de cocina típica de la región con chefs profesionales.
Edward Frank Willis James fue un millonario escultor del movimiento surrealista, que llegó a México en 1944 para construir un proyecto al borde del Río Santa María en Xilitla.
Lo llamó Jardín Escultórico Surrealista de Xilitla y es una gran obra arquitectónica que se mimetiza con la naturaleza de la zona para crear paisajes de ensueño.
A unos pasos de ahí se encuentra Posada James, un hotel de solo 10 habitaciones en donde podrás disfrutar de toda la magia que ocurre entre la obra de la naturaleza y un hombre.
De nueva cuenta a alguien se le ocurrió hacer una habitación con un gran objeto cilíndrico, ahora en Tequila, Jalisco.
A diferencia del Tubo Hotel, este concepto sí ofrece a sus visitantes un espacio más amplio, mini bar y hasta balcón, se promociona como “El único hotel con fábrica de tequila”, pues está junto a La Cofradía, una factoría de la bebida nacional.
Restaurante, áreas de esparcimiento y un ambiente rodeado de agaves enriquecen la experiencia.
Este gran edificio adorna las calles de Guanajuato capital, es de cinco estrellas y tiene 100 habitaciones con elegantes toques medievales.
Nunca fue utilizado como un castillo que resguardaba realeza ya que su propietario adquirido un terreno a mediados del siglo 20 y ahí levantó los muros del colosal hotel.
Ahí se grabó la película El Santo contra las momias y si hay algo que lo haga exótico, es la gran cantidad de historias que aseguran que es escenario de fenómenos paranormales.
Imagen Zacatecas – Daniel Torres