Leyendas de Zacatecas: Cerro de la Bufa, hogar del Año Nuevo

Una estrella avisa que el Año Viejo llegó al Cerro de La Bufa. / Foto: Imagen
Una estrella avisa que el Año Viejo llegó al Cerro de La Bufa. / Foto: Imagen

Cuenta la leyenda que en las entrañas del Cerro de La Bufa se encuentra una mina de oro, de donde nacen niños.

Los vecinos de uno de los cerros más representativo de Zacatecas, el de La Bufa, aseguran que hay un ritual especial en esa montaña cada vez que termina un año y comienza otro.

Cuenta la leyenda que en las entrañas del Cerro de La Bufa se encuentra una mina de oro y de piedras preciosas, la que es trabajada por duendes.

Estos pequeños seres viven ahí, pero de su trabajo en la mina no sacan piedras preciosas, sino que nacen niños de las paredes del Cerro de La Bufa.

A cada niño lo monitorean para saber sus cualidades y cada uno de los duendes elige a su favorito para que compita y sea el próximo Año Nuevo.

 

Fiesta en días de posada

Es así que, a mediados de diciembre, se lleva a cabo la competencia, la cual es la más importante y alegre de estos seres que viven al interior del Cerro de La Bufa.

Lo anterior, porque es un día de fiesta y de saber quién es el duende más sabio que se le ocurrió proponer al Nuevo Año.

Después de que cada duende sube a un escenario y dice las cualidades de su niño, el jefe de los duendes tiene que decir el nombre del ganador.

De esta manera antes de que termine diciembre ya hay un ganador y viene los momentos difíciles.

El primero de ellos es que el niño ganador es preparado para hacer su viaje por todo el mundo y el duende que lo cuidó tiene que despedirse de él.

De esta manera ya es tiempo para el proceso más triste de los seres que viven en el Cerro de La Bufa.

Cuando se va el Año Nuevo es de fiesta, pero luego viene el funeral de Año Viejo. / Foto: Imagen

 

Llega a descansar el Año Viejo

Justo unos minutos antes de que termine el año viejo, se abre una compuerta en el Cerro de La Bufa, pues espera a una vieja estrella que pasa fugazmente y se mete a las entrañas del cerro.

Esa estrella es un viejecito con largas barbas y hasta bastón, a quien los duendes reciben, dan de comer y lo consienten.

Y justo a la media noche, los duendes hacen una fiesta en el Cerro de La Bufa, pues le desean lo mejor al recién nacido, ya que es su hora de ser el Año Nuevo, el que viajará por todo un año alrededor del mundo.

Y al igual que el Año Viejo, regresará a su hogar un año después, ya que ahí será su última morada.

 

Un triste adiós

Después de una enorme fiesta, los duendes se preparan para el funeral del Año Viejo, a quien le lloran y sufren por su partida.

Después de ello, los duendes tienen que volver a trabajar, ya que luego de 7 días de tristeza, es tiempo de volver a trabajar en la mina de niños.

Cuenta la leyenda que algunos se han aventurado a ir a ver cuándo se abre la compuerta, pero como el brillo de las entrañas de La Bufa es demasiado, los ciega la luz y no ven nada.

Hasta se dice que muchos han quedado ciegos por atreverse a desafiar la privacidad de los duendes.

Dicen que cada fin de año hay un ritual increíble con los duendes que viven en la Bufa, quienes eligen al Año Nuevo desde siempre.

Quienes han tratado de ver la entrada a las entrañas de La Bufa se ha quedado ciego. / Foto: Imagen



Más noticias


Contenido Patrocinado