Todos estamos de acuerdo que en temas de medicina y salud cada vez hay mayores progresos y la gente tiende a vivir muchos años más. Nos tenemos que hacer a la idea que la gente mayor ahora es mucho más fuerte y saludable que antes y no porque tengan 80 y 90 años son personas … Leer más
Todos estamos de acuerdo que en temas de medicina y salud cada vez hay mayores progresos y la gente tiende a vivir muchos años más.
Nos tenemos que hacer a la idea que la gente mayor ahora es mucho más fuerte y saludable que antes y no porque tengan 80 y 90 años son personas inútiles que no pueden ni salir, ni hacer cosas útiles.
Mi tía se cayó de un banquito y casi se rompe un brazo, cuando mi prima la llevó al doctor le dijo al doctor “oiga mi mamá ya tiene más de 70 años dígale que ya no se esté subiendo al banquito a arreglar cosas” él le dijo que la dejara libre, pues si no la iba hacer una inútil.
Tengo una amiga que me dice que por sobreproteger a su papá cuando tenía 80 años y que todavía podía hacer su vida normal, ahorita 4 años después ya está hecho un viejito, camina con andaderas y como no le dejan hacer nada, ya se volvió un inútil, está deprimido y triste.
Hay que reflexionar y darnos cuenta de que aunque nos preocupemos de las personas mayores de nuestra familia, podemos caer en su sobreprotección y muchas veces no los dejamos que hagan actividades que pueden hacer sin ningún problema.
Está comprobado que en cuanto empezamos a sobreprotegerlos, estos empiezan a perder sus capacidades antes de tiempo, aparte de que se empiezan a desmotivar, porque no pueden hacer o no los dejamos hacer las cosas que han hecho durante toda su vida, hay que dejarlos que sean lo más independiente posible; si quieren salir al café o a hacer compras, que lo hagan, si hace frío o calor que salgan pero que se pongan la ropa adecuada.
Sobreprotegerlos tiene sus desventajas e irónicamente, lejos de ayudarlos, los estamos perjudicando. Investigando encontré que algunas consecuencias de la sobreprotección son:
Sentimiento de inutilidad
Al no dejarlo hacer nada, vamos creando la idea que ya no sirve, y su autoestima se ve amenazada.
Depresión
Esto va ligado con el punto anterior. Al verse menguado sus actividades o al ser aislado; por prohibirle salidas por cualquier razón (siendo la más común los climas extremosos), y por lo tanto verse limitada su vida social es muy fácil que caiga en un bajo estado de ánimo o depresión.
Deterioro físico
Si no lo dejamos moverse, o cargar nada, salir a caminar, o realizar alguna actividad física, va a ir perdiendo sus capacidades antes de tiempo lo que lo llevará a necesitar los cuidados que antes no requería.
En resumen, nuestros adultos mayores necesitan de cuidados; pero hay que saber hacer un balance de hasta donde se debe llegar, para no perjudicarlos, de lo contrario, en lugar de promover una vida activa para ellos, los estaremos guiando a la dependencia que tantas mortificaciones trae para toda la familia.
Imagen Zacatecas – Isabel Orendain