Jonathan lleva el circo a los semáforos

GUADALUPE.- Su experiencia como hojalatero, repartidor y carpintero lo llevaron a una conclusión: no tener un patrón de quien depender para obtener ingresos económicos y fue entonces que decidió utilizar la calle como el escenario perfecto para mostrar su talento. Nos referimos a Jonathan Vizcarra Ortiz de 28 años, quien se dedica a realizar artes … Leer más

GUADALUPE.- Su experiencia como hojalatero, repartidor y carpintero lo llevaron a una conclusión: no tener un patrón de quien depender para obtener ingresos económicos y fue entonces que decidió utilizar la calle como el escenario perfecto para mostrar su talento.

Nos referimos a Jonathan Vizcarra Ortiz de 28 años, quien se dedica a realizar artes circenses en los semáforos y no solo eso, pues también elabora collares, pulseras y es músico en un ensamble africano como percusionista.

Todas estas actividades representan no solo un estilo de vida para Jonathan, sino una forma de auto empleo con la cual mantiene a su familia a la que ha sacado adelante con la cooperación que le dan los automovilistas que esperan el verde del semáforo y que aprecian lo que hace.

Su principal motivación son sus dos hijos pequeños, por quienes trabaja diariamente cinco horas al día y en muchas ocasiones bajo el sol que pega a plomo.

Con las suertes que realiza cuando la luz está en rojo, Jonathan quiere romper con los estereotipos y muchos adjetivos que le pone la gente por su forma de vestir y la manera en que se gana  la vida, que es digna como cualquier otro oficio.

“Hay gente que nos apoya y hay gente que nos avienta a los policías”, asegura Vizcarra Ortiz, quien desde los 17 años se dedica al malabarismo iniciando con las tradicionales clavas, y con el paso del tiempo ha sabido dominar los malabares incluso con machetes, gracias a la coordinación que le pone a cada parte de su cuerpo.

El monociclo con el que trabaja es conocido como la jirafa, que alcanza una altura de 2.10 metros, fabricado por él, como gran parte de su utilería.

Subirse a uno de estos artefactos representa todo un reto para cualquiera que no se dedique a practicar las artes circenses, sin embargo, para él es fácil y una vez arriba, comienza su espectáculo que asombra a propios y extraños.

Y ese precisamente es el objetivo de Jonathan, el que la gente vea estos malabares en la calle que es una manera de llevarle el circo a sus ojos por unos minutos que dura el cambio de luz en el semáforo.

Su actividad, la hace por el amor al arte circense y si con ello consigue algunos pesos pues qué mejor, considera él.
Su trabajo lo ha llevado a viajar por diferentes estados del país donde se presenta como malabarista, músico callejero y diseñador de lo que él también considera artesanías, como son sus accesorios.

Jonathan Vizcarra ha representado a Zacatecas en lugares como Mazatlán, Nayarit, Puebla, San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro, por mencionar algunos donde ha mostrados su talento versátil que está dispuesto a seguir haciendo hasta que su cuerpo se lo permita.

Imagen Zacatecas – Carlos Montoya