Héctor Calderón atesora la historia de Río Grande

Sin ser cronista o historiador, entre fotos y periódicos de diversas épocas de Río Grande, Héctor Joaquín Calderón se ha encargado de preservar parte de la historia y divulgar un acervo que hasta hace algunos años era desconocido. Fotos inéditas, portadas de periódicos y documentos históricos del municipio y del estado son divulgados en las … Leer más

Sin ser cronista o historiador, entre fotos y periódicos de diversas épocas de Río Grande, Héctor Joaquín Calderón se ha encargado de preservar parte de la historia y divulgar un acervo que hasta hace algunos años era desconocido.

Fotos inéditas, portadas de periódicos y documentos históricos del municipio y del estado son divulgados en las redes sociales, en una labor que agradecen los ciudadanos que desconocían esos vestigios escondidos o no documentados.

El acervo que posee fue una herencia de su padre, Abelardo Calderón, quien tenía una imprenta donde se imprimían los principales periódicos del municipio.

Héctor Joaquín le ayudó desde pequeño y adquirió el amor por la historia, por lo que siempre guardaban números de las publicaciones con las que después conformaron una hemeroteca familiar que nadie más posee.

Estas joyas históricas informaban sobre la inauguración del emblemático Puente Hidalgo, la construcción del Templo de Nuestro Señor de la Santa Veracruz, la remodelación del Templo de Santa Elena de la Cruz o nevadas e inundaciones que azotaban a Río Grande.

La pasión por conocer el pasado lo ha llevado a recoger, casi de la basura, fotos, documentos y hasta títulos profesionales de riograndenses que han sido olvidados de la historia oficial del municipio.

A sus manos también han llegado números de periódicos locales como Alborada, el cual data de la década de los treintas; El Tribuna, Voz de Río Grande o Noticias, que mostraban la vida de aquellos años.

Volantes de bailes, fiestas sociales, escuelas y negocios también figuran entre los documentos que posee Héctor Joaquín, quien cada vez que comparte esta parte de la historia se vuelve a asombrar, al igual que quienes la conocen por primera vez.

Uno de los documentos originales que llaman más la atención es un acta firmada por el líder agrarista Alfonso Medina, sobre la expropiación de 16 mil 400 hectáreas de la Hacienda de Vergara en Sombrerete.

 

Difundir la historia

Héctor Joaquín comentó que es un fiel creyente de que la historia se debe divulgar, por lo que al no tener un espacio físico para hacerlo públicamente, utiliza las redes sociales.

Es a través de su cuenta de Facebook que hace publicaciones donde comparte parte de su acervo; los usuarios de esta red le agradecen y en ocasiones entran en debates y polémicas sobre los lugares y épocas.

Algunas de las fotos que son subidas son recuerdos para muchos riograndenses que vivieron las transformaciones del municipio hasta como ahora se conoce.

También se ha encargado de platicar con personas que vivieron durante aquellas décadas para conocer quiénes están en las fotografías y qué lugares son.

Cree que a través de los periódicos se puede conocer más la vida política, social, industrial y deportiva que vivió Río Grande alguna vez, por lo que se adentra a leer lo que antes eran las novedades del momento.

Él comparte este tesoro con la finalidad de que se conozcan las antiguas formas de vida en la región y su evolución a través del tiempo.

 

Una verdadera preservación

Héctor Joaquín no ha donado el valioso acervo al Archivo Histórico Municipal, ni a ninguna otra instancia, pues dice que Río Grande necesita de un espacio adecuado y con profesionales que realmente preserven los archivos.

Apuntó que el municipio necesita de un auténtico museo, donde los archivos y objetos históricos sean debidamente cuidados y promovidos a la población y visitantes.

Explicó que Río Grande es un lugar con muchas historias y sucesos de importancia que en su momento no fueron publicados y no existió una valorización.

Cree que aún se puede hacer mucho por la conservación de las memorias históricas que poseen otras familias, por lo que las autoridades deben invertir más en espacios que se encarguen y se profesionalicen en la historia.

Imagen Zacatecas – Alejandro Castañeda