Abandonan la antigua mansión del general Jesús Aréchiga

ZACATECAS.- En nuestro estado hay muchas muestras y restos que además de historia son parte de un patrimonio cultural que nos da identidad y que tristemente a veces queda olvidado  tal como la fachada de la mansión de Jesús Aréchiga.

Esta fachada tiene casi un siglo de antigüedad y se encuentra por La Alameda, esta puerta fue rescatada hace algunos años y son los últimos vestigios que quedan de la mansión del exgobernador.

El general Jesús Aréchiga fue el gobernador número 178 de Zacatecas, él nació en Jalpa Zacatecas, el 16 de noviembre de 1843 y fue presidente de Jalpa en los años 1896 a 1897.

Su carrera militar sobresale por que desde muy joven se afilió a las filas liberales y participó en la lucha contra los conservadores. Además participó en la intervención francesa, junto al general Aréchiga.

Fue así que  combatió contra las huestes extranjeras y algunos mexicanos aliados a los extranjeros  en Calpulalpan, Tlaxcala, junto al mando del general J. González Ortega, quienes destacaron en las filas.

El general perteneció a la logia masónica Unión Perpetua número seis del Oriente de Zacatecas. La masonería en el Estado, para los años que abordo, inicialmente era del Rito Nacional.

Y luego de la salida del ejército francés del estado, la logia volvió a sus actividades. Pero su carrera política y militar decayó debido a fricciones entre el gobierno estatal y el federal, y no fue reelecto en 1900.

Un gran gobernante con un siglo pasado

Durante el movimiento maderista permaneció neutral y con cierta simpatía al movimiento revolucionario.

Debido a sus buenas acciones y por ser un personaje muy célebre para el año de 2014, las autoridades, a través de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y zonas típicas localizaron y restauraron la puerta de su mansión.

Ahí se informó sobre el hallazgo de estos vestigios luego de que se llevaban a cabo  trabajos de remodelación de La Alameda.

Lo que fue esa casa data de hace un poco más de un siglo y luego de su hallazgo se optó por remodelar el espacio y hacerlo un centro cultural.

Lamentablemente el gusto duró poco y actualmente se encuentra cerrado y abandonado, aunque su legado e historia permanece para la posteridad.