A Miguel lo mueven las ganas de ayudar

ZACATECAS.- Su amor por la aventura lo llevó a convertirse en lo que es ahora, un paramédico certificado con más de 10 años de experiencia. Miguel Ángel de la Torre Sauceda ingresó a los Boys Scouts desde que tenía 10 años; actualmente tiene 35, y aún forma parte de dicho grupo. Fue de adolescente, dentro de las excursiones … Leer más

ZACATECAS.- Su amor por la aventura lo llevó a convertirse en lo que es ahora, un paramédico certificado con más de 10 años de experiencia.

Miguel Ángel de la Torre Sauceda ingresó a los Boys Scouts desde que tenía 10 años; actualmente tiene 35, y aún forma parte de dicho grupo.

Fue de adolescente, dentro de las excursiones cuando le tocó ayudar a sus compañeros, a partir de ese momento le entró la espinita de especializarse en atención prehospitalaria.

A sus 17 años, y ya con algunos conocimientos básicos de primeros auxilios, entró a trabajar en una empresa de seguridad privada, en la cual el destino le siguió marcando el camino de su vida y en su empleo lo mandaron a cursos de paramédico en la Ciudad de México.

Poco a poco la vida, cursos y el trabajo, lo llenaron de conocimiento en la materia, y a los 25 años se certificó en la Cruz Roja como un paramédico.

Después de laborar como parte de seguridad privada, consiguió un puesto en otra empresa, en la que actualmente trabaja como chófer de ambulancia y paramédico.

Asimismo, dijo que esta profesión le ha dado la dicha de ayudar sin esperar nada a cambio.

Esta profesión ha llenado su vida de satisfacciones al ayudar a la gente, sin embargo, también hay tragos amargos y o situaciones que han marcado su carrera.

La mayor de ellas, dijo Miguel, fue una ocasión en la que le tocó dar servicio a un familiar cercano, en ese servicio se pudo despedir de él ya que un día después murió en el hospital.

Entre su trayectoria y en su afán de ayudar de corazón, le tocó ir como voluntario a la Ciudad de México tras el último gran sismo que se registró el 19 de septiembre de 2017.

Dijo que al llegar se registraron con personal de la Secretaria de Marina y luego de enlistarse en brigadas de trabajo, sus tareas eran de extracción de cuerpos y demolición, sin embargo, debido a sus conocimientos lo pasaron como instructor de primeros auxilios a brigadas de rescate.

Sus jornadas de instructor acababan pasadas las 3 de la tarde y después de esa hora se movía a otras zonas donde se requería ayuda.

Permaneció un mes allá, y al regresar continuó sus actividades en su trabajo y día a día sale a con el mismo espíritu de ayudar al prójimo.

Imagen Zacatecas – David Castañeda