Una marcha para hacer conciencia

La Declaración Universal de los Derechos Humanos surge al término de la Segunda Guerra Mundial con la finalidad de promover la paz y evitar el sufrimiento causado a la humanidad debido a las atrocidades cometidas en contra de las minorías, los más débiles o desprotegidos.  Los derechos humanos se centran desde entonces, en la protección … Leer más

La Declaración Universal de los Derechos Humanos surge al término de la Segunda Guerra Mundial con la finalidad de promover la paz y evitar el sufrimiento causado a la humanidad debido a las atrocidades cometidas en contra de las minorías, los más débiles o desprotegidos. 

Los derechos humanos se centran desde entonces, en la protección y defensa de las personas que por distintos motivos se encuentran en alguna situación de vulnerabilidad, como es el caso de las personas que viven con VIH/Sida. 

El pasado 1 de diciembre, se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, con una marcha que refleja la solidaridad que se ha logrado formar alrededor de una enfermedad que de origen se consideró tan destructiva.

El estigma y la discriminación que existe en torno a esta enfermedad generó la urgente necesidad de las propias personas que viven con VIH para tratar de visibilizar y crear conciencia de la problemática que provoca el desconocimiento de esta enfermedad. 

Los primeros casos de VIH en Zacatecas fueron marcados vergonzosamente por la discriminación: los pacientes eran aislados en los centros hospitalarios recibiendo un trato indignante por parte del personal médico, transportados en camillas sin colchón, sin recibir atención de ningún tipo y lo más grave sin recibir sus medicamentos a tiempo y con la continuidad que requería su tratamiento. 

Esta situación fue la que dio origen a la marcha que se celebró en días pasados en Zacatecas, en sus inicios organizada por los propios pacientes a través de sus organizaciones civiles y que incluso marchaban con los rostros cubiertos para evitar revelar su identidad por temor a incrementar la discriminación hacia su persona.

La marcha no es pues una superficial manifestación sin sentido y sin razón, se trata de crear conciencia en las autoridades y la sociedad en general sobre la discriminación que enfrentan día con día las personas que viven con VIH. Se trata de recordar que la enfermedad existe y que la información adecuada nos permitirá evitar un número sustancialmente mayor de nuevas infecciones. 

Sabemos que la marcha no va a curar milagrosamente a los enfermos, lo que sí puede hacer es generar un cambio en la conciencia de quienes están obligados a otorgar la atención médica y principalmente el acceso a los medicamentos necesarios para el control de la infección.

Imagen Zacatecas – Joel Correa Chacón




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