?Un buen balance

A medida que se acerca fin de año los balances y las planificaciones se ponen a la orden del día, generalmente, influenciados por este mes último del calendario. La tendencia a la crítica es muy fuerte, se juzga todo lo que no se consiguió y, muchas veces, se olvidan los logros. Por eso, es muy … Leer más

A medida que se acerca fin de año los balances y las planificaciones se ponen a la orden del día, generalmente, influenciados por este mes último del calendario. La tendencia a la crítica es muy fuerte, se juzga todo lo que no se consiguió y, muchas veces, se olvidan los logros. Por eso, es muy importante un sentido de justicia con uno mismo, lo que permite mirar la realidad con mayor objetividad y equilibrio, permitiendo llegar a un balance auténtico y útil para pensar en el futuro.
 
La capacidad de razonar consiste en relacionar diferentes ideas hasta llegar a una conclusión o idea final. Dentro de ella se halla la Capacidad de Reflexión, como ese proceso de pensar sobre el propio pensamiento, de repasar sobre las propias decisiones, en definitiva, la capacidad de introspección. Mientras se descubre que hay modos de comunicación y aprendizaje en todos los animales, se sabe claramente que la reflexión es propia del dominio humano.
 
Un ejercicio sencillo que puede ayudar en el proceso de balance es escribir lo que se quería y se logró, lo que se consiguió sin pretenderlo  y lo que no se puedo concretar. Una vez que se tiene la lista, se puede ver claramente dónde se está, qué debilidades y habilidades se tienen, qué se necesita y qué se quiere y de ahí empezar a pensar en el futuro. Realizar un pequeño FODA personal para ir planeando nuestras metas.
 
Otro ejercicio útil para no olvidarse los objetivos con el tiempo es, durante este mes de diciembre, escribir en una libreta lo que se quiere lograr. A fin de año, con todo lo que se anotó se debe hacer una evaluación: ver profundamente lo que se quiere lograr y cómo se tendría que implementar desde lo físico, lo mental, lo energético y lo espiritual. Finalmente, hay que evitar las excusas o justificaciones que nos hacen sufrir de antemano y ponen obstáculos en el camino.
 
Con la reflexión se alcanza un mayor conocimiento de nosotros y de nuestra realidad personal. Por un lado, obtenemos un mayor conocimiento de nuestra personalidad; manera de ser, rasgos principales de nuestro carácter, gustos, preferencias, etc. y, por otro lado, tenemos más claro nuestros proyectos personales, propósitos, objetivos y metas. Preparémonos para disfrutar estos tiempos de convivencia, gastronomía,  reflexión, pero sobre todo de alegría en el afecto con tod@s.

Imagen Zacatecas – Gerardo Luna Tumoine




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