?Spotlight: periodismo incómodo

En un país tan necesitado de un periodismo agudo y de escritores punzantes, no puede menos que causar admiración y envidia el oficio audaz que los periodistas del diario The Boston Globe mostraron en el tema relacionado con la pedofilia sacerdotal, encubierta durante años por la jerarquía católica de aquella ciudad estadounidense. La película Spotlight … Leer más

En un país tan necesitado de un periodismo agudo y de escritores punzantes, no puede menos que causar admiración y envidia el oficio audaz que los periodistas del diario The Boston Globe mostraron en el tema relacionado con la pedofilia sacerdotal, encubierta durante años por la jerarquía católica de aquella ciudad estadounidense.

La película Spotlight rememora el inquebrantable valor ético y el arduo trabajo desplegado por un grupo de periodistas de investigación, para documentar rigurosamente la sistemática violación de niños por decenas de clérigos, los cuales utilizaron su privilegiado estatus y las necesidades espirituales de los pequeños feligreses para conseguir sus infames propósitos.

Nadando a contracorriente y soportando presiones de los poderes eclesiásticos y de los círculos cercanos a éstos, los informadores expertos realizaron en 2002 una intensa indagación con el fin de sacar a la luz pública los cientos de casos que habían sido silenciados por los altos representantes de la Iglesia. El trabajo fue tenso y complejo, incluso el diario logró vencer en los tribunales una estrategia sucia y ominosa, cuya intención era mantener en secreto los monstruosos acontecimientos.

Descubrieron, además, que las transgresiones nunca fueron castigadas severamente por la propia curia, acaso porque a los ojos de ésta no merecían ser denunciadas jurídicamente, mucho menos sancionadas con una rauda excomunión. No deja de ser paradójico que los periodistas que siguieron el caso fuesen mayormente católicos, la fe no los cegó. Por el contrario, las entrevistas a las víctimas les llevaron a abrirse a una empatía del dolor, situada muy por encima de los execrables intereses mundanos defendidos por los administradores de la fe católica.

Por desdicha en México, no sólo la Iglesia, sino también empresarios poderosos trataron de ocultar las violaciones del padre Maciel. Todavía recuerdo cómo algunos de ellos boicotearon al antiguo Canal 40, para que cejara en su intento de revelar las atrocidades que cometió aquella infame figura del catolicismo.

Imagen Zacatecas – Miguel G. Ochoa Santos