Ricardo, el minero que cuida a sus compañeros desde el centro de operaciones

Orgullo y legado minero brotan por las venas de Ricardo Ávila Silva, quien heredó el amor del trabajo en las entrañas de la tierra de su padre y su abuelo. Comparte el amor por esta labor con su hermano, con tíos y con primos que desde hace años desafían el interior de la mina. Actualmente … Leer más

Orgullo y legado minero brotan por las venas de Ricardo Ávila Silva, quien heredó el amor del trabajo en las entrañas de la tierra de su padre y su abuelo.

Comparte el amor por esta labor con su hermano, con tíos y con primos que desde hace años desafían el interior de la mina.

Actualmente desarrolla sus labores en la superficie el centro de operaciones, pero sabe que miles de mineros a diario trabajan esquivando a la muerte y con gran confianza en Dios y en la Virgen de Guadalupe.

“Antes de bajar los compañeros se persignan en el altar que hay a la Virgen y le pide que los deje regresar con bien a la casa”, contó.

Relató que mucha gente desconoce que el hecho de bajar a mina ya es un peligro, porque constantemente cambian las condiciones del trabajo, es decir hay desprendimientos constantes.  

Explicó que al trabajar en las entrañas de la tierra, las piedras se desbaratan y caen en cuestión de segundos. “El del primer turno puede dejar todo listo para comenzar a trabajar, pero el del siguiente puede llegar y encontrar las rocas o desprendidas o cuando van por una herramienta las condiciones del trabajo pueden cambiar”, dijo.

El trabajo de Ávila Silva es trascendental, pues es el intermediario en la comunicación entre el interior de la mina y la superficie. “Si hay un accidente nosotros le hablamos a los rescatistas, somos la primera instancia que se entera de todo lo que ocurre adentro”.

Los reportes de cualquier hecho llegan a él en primera instancia y si al final el turno el relevo no llega, el área no puede ser abandonada.

Con 35 años, una tercera parte de esta la ha dedicado a trabajar en el tiro San Luis y el reporte que más le impacta es cuando le han notificado la muerte de un compañero.
“Aunque no lo conozca o no sea compañero de turno, el solo hecho de saber que es minero duele y duele mucho”, aseguró.

Hace ocho años, recordó, recibió uno de los reportes que lo ha impactado más: la muerte de dos compañeros aplastados por una roca ubicada arriba de donde ellos trabajaban.

Sabe que cada uno de los que integran su familia laboral sabe que sale de su casa, pero no está seguro de cómo regresara, aunque el amor por la mina los mueve.

“Los mineros cuidamos mucho nuestro trabajo, somos un sector muy unido, el trabajo es bonito, hay mucho compañerismo y todos nos consideramos una familia y aunque no nos conozcamos todos nos saludamos, tanto contratistas como sindicalizados”, expuso.

Diferencias entre ayer y hoy

Aunque el trabajo en la mina es de riesgo, Ricardo reconoce que hoy la minería es más segura que en el pasado.

Consideró que esto se debe a las políticas  y capacitaciones en materia de seguridad  que realizan tanto el sindicato como la empresa.

“Para don Carlos la seguridad de los trabajadores es lo más importantes”, relató con orgullo.
Agregó que cada mes son capacitados en esta materia.

También dijo que lo que no ha cambiado en el pasado y en el presente es el fervor religioso y por ello cada año miles de familias peregrinan en honor de la Virgen de Guadalupe.

Imagen Zacatecas – Gema Gallegos