Obesidad. Corrupción. Normalidad.

Menos de una de cada 10 personas obesas se describirían como tales, según una investigación que muestra que la mayoría de las personas con un problema de peso lo subestiman seriamente. El sobrepeso y la obesidad se han vuelto tan comunes que las percepciones han cambiado, sugieren los autores de un artículo recién publicado en … Leer más

Menos de una de cada 10 personas obesas se describirían como tales, según una investigación que muestra que la mayoría de las personas con un problema de peso lo subestiman seriamente.

El sobrepeso y la obesidad se han vuelto tan comunes que las percepciones han cambiado, sugieren los autores de un artículo recién publicado en British Medical Journal, la publicación británica especializada en temas de salud. Muchas personas obesas que están en peligro de problemas de salud asociados con su peso, incluyendo ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, cáncer y diabetes, piensan que su peso es normal o apenas un poco de exceso.

Un equipo financiado por el Fondo Británico de Investigación del Cáncer comparó las percepciones de las personas sobre su peso en 2007 y de nuevo en 2015.

Solicitaron a más de 650 encuestados cuya altura y peso les dio un índice de masa corporal de 30 o más, suficiente para hacer el diagnóstico de obesidad, que indicaran cómo describirían su propio peso. En 2007, sólo el 13% de las mujeres y el 4% de los hombres se consideraban obesos, y en 2012 bajaron a 11% y 4 por ciento.

Los investigadores querían saber si la publicidad sobre la obesidad en los últimos años había resultado en un mayor autoconocimiento entre los que tienen sobrepeso. Debido a que el número de aquellos que reconocían que eran obesos era tan pequeño -y debido a que hay un estigma alrededor de la palabra-, entonces agregaron un punto en la encuesta que citaba a los "muy obesos".

A detalle, la encuesta demostró que el número de mujeres que estuvieron dispuestas a llamarse obesas o con sobrepeso no subió – de hecho, se redujo sustancialmente de la mitad (50%) en 2007 a un tercio (34%) en 2015, cuando el número de hombres que admitieron ser obesos o sujetos de sobrepeso no cambió significativamente en el mismo período -de 27% en 2007 a 23% en 2015.

Esto es a pesar de la cobertura creciente de los medios sobre los temas de la obesidad, y de las campañas de la salud dirigidas a la mejora de la conciencia pública.

La profesora Wardle, directora del Centro de estudios del comportamiento de salud del University College de Londres, y una de las autoras del estudio médico descrito en mis primeros párrafos, dice al respecto de la epidemia de obesidad: "Es una verdadera preocupación que la gente no reconozca que su peso los coloca en la categoría de obesos, no son conscientes de que están en mayor riesgo de una serie de problemas de salud, incluyendo el cáncer.”

Casi simultáneamente, durante el último mes, la prensa mexicana, la especializada en los asuntos cotidianos, ha publicado titulares en términos escandalosamente repetitivos. Un día puede ser, “Roban en México y Estados Unidos lo decomisa”, otro “Soborna César Duarte; le aprueban deuda”, después “Desvía Borge 200 millones de pesos a PRI” igual que “Da también Duarte 1300 millones de pesos al PRI”, o bien “Simulan ante CFE y ganan contratos”. Son una serie de encabezados que describe otro tipo de mal, que aqueja hasta el tuétano de la sociedad mexicana. Y no pasa nada. Es lo cotidiano.

Los médicos sabemos que cada vez es más difícil explicar a un obeso que su peso excesivo significa un riesgo para su salud. Hay cada vez más gente en la calle con siluetas parecidas. La obesidad se normalizó.

La corrupción también camina a diario en las calles y parece que ya no la percibimos. Nos es inherente. El mecanismo psiquiátrico no importa. Perdimos la capacidad de asombro.

Imagen Zacatecas – Antonio Sánchez González




Más noticias


Contenido Patrocinado