Niñas, niños y adolescentes migrantes

En estos últimos días se ha difundido en los medios de comunicación la grave situación que viven miles de niñas, niños y adolescentes (NNA) migrantes no acompañados, lejos de sus familias y en extrema vulnerabilidad. Incluso hemos escuchado declaraciones de las más altas autoridades nacionales e internacionales, que califican esta situación como una emergencia o … Leer más

En estos últimos días se ha difundido en los medios de comunicación la grave situación que viven miles de niñas, niños y adolescentes (NNA) migrantes no acompañados, lejos de sus familias y en extrema vulnerabilidad.

Incluso hemos escuchado declaraciones de las más altas autoridades nacionales e internacionales, que califican esta situación como una emergencia o crisis humanitaria que involucra incluso temas de seguridad nacional.

Más allá de estos términos, la realidad es que nos encontramos ante una grave situación de seguridad humana.

Los niños son niños independientemente de su calidad migratoria y son titulares de derechos.

No emigran de sus lugares de origen ni se exponen a todo tipo de violaciones por gusto, son NNA en situación forzada y requieren cuidados especiales.

La propuesta de nuestros legisladores consiste en otorgarles visas humanitarias y posteriormente investigar la causa de su situación, para ofrecerles así una auténtica y efectiva protección.

En la práctica se hace justamente lo contrario, parece que la política de repatriación, es la única medida a tomar por los gobiernos y es justo en este proceso que los niños son doblemente victimizados, se violentan una vez más sus derechos humanos y no se respetan las garantías individuales al debido proceso.

Son múltiples los factores que obligan a las personas a dejar sus lugares de origen, la violencia es una de las causas principales de salida.

En Centroamérica, específicamente Guatemala, Honduras y El Salvador, se registran índices muy altos de violencia criminal, los NNA simplemente cruzan la frontera para garantizar su supervivencia, que aunado a lo que vivimos en México, ocasionó que en estos primeros meses del 2014, ingresaran a EU más de 46 mil NNA no acompañados.

En el Foro Protección Internacional para Niñas, Niños y Adolescentes organizado por la CNDH, se informó que de enero a mayo de 2014, EU repatrió a 4 mil 777 mexicanos y devolvió a mil 753 centroamericanos, todos menores de edad no acompañados.

En México, el DIF Nacional cuenta con 49 albergues ubicados en la frontera norte y sur, acondicionados para la atención de 3 mil NNA, y además, existen 61 centros comunitarios, pero solo realizan acciones de prevención.

El INM tiene 47 estaciones migratorias y 22 puntos de repatriación. Si tomamos en cuenta que del 2011 al 2013 el número de NNA en estaciones migratorias aumentó 231% y que en los albergues del DIF existe sobrepoblación, sin duda entendemos por qué es un serio problema que merece la urgente atención de las autoridades.

Estamos ante un fenómeno incontenible con crecimiento exponencial.

Esta situación genera graves violaciones a los derechos humanos, la falta de presupuesto, de personal, de infraestructura, de protocolos, de modelos de actuación, son factores que limitan a todos los actores para garantizar el pleno respeto a los derechos humanos.

México, históricamente se ha caracterizado por su sólida protección de asilo y refugio, que aún y cuando el reto es muy grande habremos de encontrar soluciones que tengan como eje transversal el interés superior de la niñez.

Imagen Zacatecas – Arnulfo Joel Correa Chacón