Esta decisión ha generado diversas reacciones en el ámbito político, económico y financiero del país.
La agencia calificadora Moody’s Investors Service modificó recientemente la perspectiva de la deuda soberana de México de “estable” a “negativa”, aunque mantuvo la calificación en Baa2, dentro del rango de grado de inversión. Esta decisión ha generado diversas reacciones en el ámbito político, económico y financiero del país.
¿Por qué Moody’s cambió la perspectiva de México?
Moody’s justificó su decisión argumentando que México enfrenta debilitamiento institucional, desafíos fiscales y riesgos económicos que podrían afectar su estabilidad. Los puntos clave que llevaron al cambio incluyen:
• Debilitamiento institucional: Moody’s expresó preocupación por reformas constitucionales recientes, como las que afectan al Poder Judicial, señalando que podrían erosionar los controles y generar incertidumbre para los inversionistas.
• Desafíos fiscales: Un incremento en el gasto público, un déficit más amplio y los apoyos financieros recurrentes a empresas estatales como Pemex representan riesgos importantes para las finanzas públicas.
• Riesgos económicos futuros: Moody’s destacó que la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026 podría introducir incertidumbre adicional.
Reacciones del Gobierno de México
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) respondió al cambio calificándolo como un análisis incompleto, argumentando que Moody’s no tomó en cuenta las proyecciones más recientes para 2025, que incluyen medidas fiscales y presupuestales para estabilizar las finanzas públicas.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó el fundamento de la decisión y pidió a Moody’s que justifique con datos sólidos su evaluación negativa. Además, defendió el compromiso de su gobierno con la estabilidad económica.
Impacto en la economía y mercados financieros
El cambio en la perspectiva ha tenido efectos inmediatos en la economía mexicana:
1. Peso mexicano: Tras el anuncio, la moneda mostró una tendencia a la baja, reflejando nerviosismo en los mercados sobre la estabilidad fiscal del país.
2. Inversiones internacionales: Una perspectiva negativa puede aumentar la percepción de riesgo entre inversionistas, elevando los costos de financiamiento y dificultando la atracción de capital extranjero.
3. Finanzas públicas: Analistas temen que el aumento en el gasto público y la falta de ingresos suficientes puedan complicar la consolidación fiscal necesaria.
Perspectiva de los analistas económicos
Especialistas coinciden en que esta decisión de Moody’s refleja la necesidad de que México:
• Fortalezca sus instituciones para garantizar la confianza de los mercados.
• Mantenga una disciplina fiscal sólida que permita enfrentar los riesgos asociados a mayores gastos y compromisos financieros.
• Promueva la inversión privada en sectores clave, como las energías renovables y el nearshoring.
Conclusión
El cambio de perspectiva de Moody’s pone de relieve los desafíos fiscales e institucionales que México enfrenta en el corto y mediano plazo. Aunque el país mantiene su calificación dentro del rango de grado de inversión, es esencial que el gobierno implemente medidas claras para mitigar los riesgos señalados, preservar la confianza de los inversionistas y garantizar la estabilidad económica.